ISRAEL / PALESTINA

El rol de eXtramuros es informar y abrir espacio a la opinión y pensamiento fuera de los límites de los medios tradicionales. Esto no implica defender ni disculpar ninguna guerra, incluyendo la intervención rusa en Ucrania ni la de Israel en Gaza, ni ninguna otra; ni tampoco ser ciegos a sus detalles, causas y reales y posibles consecuencias

Por Aldo Mazzucchelli

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Desde el punto de vista del derecho internacional, la agresión militar cometida por Rusia desde febrero de 2022 contra territorios soberanos pertenecientes a Ucrania en ese momento es equivalente a la que está cometiendo Israel contra el territorio palestino de la Franja de Gaza. Ambos violan -como mínimo- el Artículo 2, párrafo 4 de la Carta de las Naciones Unidas [1], como oportunamente recordase, en el caso de Ucrania, un borrador de resolución del Consejo de Seguridad el 25 de febrero de 2022.

Desde el punto de vista de los acontecimientos en el terreno, sin embargo, existen diferencias marcadas. En el caso de Gaza, se trata de un intenso bombardeo que cae sobre una zona muy densamente poblada (2,3 millones de habitantes en 360 km2), lanzado so pretexto de combatir a fuerzas terroristas que estarían en tal territorio. El ataque se realiza, en su fase actual, mayormente a distancia (misiles aire-tierra y tierra-tierra). El ataque fue precedido por la imposición de un sitio: la población total de Gaza fue dejada sin electricidad ni agua ni combustible por parte de Israel. Las salidas del enclave son controladas también por Israel, que las mantiene cerradas. La única salida restante -a Egipto- está cerrada también. Egipto argumenta que, de abrirla, estaría siendo cómplice de un intento israelí, en curso, de expulsar al total de la población de Gaza y ocupar definitivamente ese territorio. Debido a estos factores, la situación humanitaria se ve muy seriamente agravada cada hora que pasa.

En el caso de Ucrania no existe una situación similar. Los aeropuertos y terminal portuaria del país funcionan -pese a que parte de la infraestructura portuaria de Odesa ha sido atacada ocasionalmente por los rusos, y ha habido diversos niveles de bloqueo del comercio por el Mar Negro. La infraestructura -sobre todo energética- de Ucrania ha recibido ataques rusos en distintos momentos desde octubre de 2022, pero no se han interrumpido más que parte de los servicios esenciales, por algunas horas, y solo en algunas ciudades cada vez. Kiev, la capital de Ucrania, funciona en condiciones prácticamente normales, lo mismo que un 70% del territorio aproximadamente. Las operaciones militares se concentran en una franja de unos 150 km de ancho contra los bordes sur y este del país. 

La intervención militar en Ucrania, por tanto, puede ser razonablemente descrita como una operación en donde un ejército regular se enfrenta a otro, en combates mayormente de posiciones basados en la artillería y los ataques aéreos conducidos por drones, en un territorio mayormente rural, del cual, previamente, se dio la huída -o se procedió a la evacuación- de la población civil. 

En dos casos principales (Mariupol y Bajmut) y otros de núcleos urbanos menores, las operaciones militares de artillería y tanques se desarrollaron en áreas densamente pobladas, y en ambos hubo esfuerzos previos de evacuación masiva de la población civil, que se cumplieron en amplia medida, lo mismo que fue evacuada la gran mayoría de la población de Kerson antes de que los rusos se retirasen de ella y la dejasen en manos ucranianas nuevamente. Las dos primeras ciudades resultaron ampliamente destruidas. 

Hay acusaciones levantadas ante Naciones Unidas por parte de las fuerzas rusas, de que la defensa ucraniana actuando en esas ciudades -mayormente de habla rusa- intentó emplear a los pobladores como escudos humanos, instalando piezas de artillería en escuelas, hospitales o edificios de departamentos, habiendo obligado a fracciones de la población civil a quedarse en el sótano de esos edificios, por ejemplo. 

Hay, también, denuncias similares, hechas recientemente por Israel, respecto del uso de Hamas de edificios públicos, hospitales o viviendas para poner a la población civil como escudos humanos. Hamas ha secuestrado unos 200 rehenes israelíes que mantiene en localidades desconocidas con, entre otras, la misma finalidad.

En ambos casos es repudiable el uso de civiles como escudos humanos, y constituye un crimen de guerra.

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Sean cuales sean las diferencias históricas y la causalidad política interviniente en cada caso, la diferencia fundamental, urgente y prioritaria entre los casos de Gaza y Ucrania está en los métodos de guerra utilizados, y en el costo humanitario relativo de los mismos. 

El conflicto en Ucrania, que se ha cobrado ya varios centenares de miles de vidas de soldados, ha causado -siempre de acuerdo a la misma fuente, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos-  un número de 9511 fallecidos civiles hasta el 23 de agosto de este año 23, de los cuales 549 son niños, luego de un año y medio de conflicto de gran escala. Todas ellas muertes humanamente deplorables, igual que las de soldados. 

La acción israelí en Gaza, mientras tanto, al concentrar el bombardeo masivo en un área densamente poblada, se ha cobrado hasta ahora la vida de unos 8000 civiles, de los cuales 3,500 son niños, solo en las últimas dos semanas y media.

En ambos casos, a los fallecidos debe sumarse un número superior de heridos.

La desproporción, debida a metodología e intencionalidad, es aterradora. En Ucrania han muerto algo más de 500 niños en total desde el comienzo del conflicto hace un año y medio. Cifra horrible. En Gaza, según Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF, están muriendo 420 niños por día.

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Es, por tanto, repudiable tanto la guerra en Ucrania como la guerra en Israel, y sus consecuencias. 

Se dan aquí los anteriores detalles para que quede especificado que esta revista no disculpa ni defiende ninguna guerra. Se limita a describir y opinar sobre causas, consecuencias, y factores involucrados en el mundo contemporáneo. Este compromiso nos obliga a hacer estas precisiones, frente a posturas cómodas de “todo es lo mismo” que, en los hechos, significan una convalidación de la masacre actualmente en curso en Gaza. 


Notas

[1] “Los Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas.

[2] “El ACNUDH cree que las cifras reales son considerablemente superiores, ya que se ha retrasado la recepción de información procedente de algunas localidades en las que se han producido intensas hostilidades y muchos informes siguen pendientes de corroboración. Esto afecta, por ejemplo, a Mariupol (región de Donetsk), Lisychansk, Popasna y Sievierodonetsk (región de Luhansk), donde hay denuncias de numerosas víctimas civiles.