ENSAYO

Por Diego Sanguinetti

El indoeuropeo es una hipótesis fascinante, y, además, se sostiene en argumentos que parecen muy sólidos.

Entre las últimas décadas del siglo XVIII y las primeras del XIX se observaron similitudes entre el griego y el latín por un lado y el sánscrito, antigua lengua de la India, por otro. Bajo esas observaciones, bajo esas similitudes, se postula que estas lenguas geográficamente tan lejanas provienen de la misma lengua madre: el indoeuropeo. Las expresiones “lengua madre”, “lenguas emparentadas”, “familia de lenguas” constituyen metáforas organicistas que meten a las lenguas en la misma bolsa de los mamíferos, por ejemplo, que tienen madres, parientes y familia.

Así, esta lengua hipotética, madre, faltaba más, de casi todas las lenguas europeas y de muchas asiáticas, propone que palabras del sánscrito, del islandés y del español, por ejemplo, provienen de una misma raíz. El diccionario ofrece la forma reconstruida (es decir, no documentada) “pak-” como raíz indoeuropea a la que le asigna las nociones de ‘fijar, atar; asegurar’. De aquí surgen un sustantivo del sánscrito que significa ‘cuerda’, un verbo del islandés antiguo que significa ‘agarrar’, y algunas palabras latinas con descendencia en español.

El sustantivo latino “pax”, que a grandes rasgos se puede traducir por ‘paz’, está vinculado al ámbito jurídico a través de las relaciones internacionales (el “ius gentium”, ‘derecho de los pueblos’), y al ámbito religioso, ya que la declaración de la guerra y de la paz estaba a cargo de un colegio de sacerdotes, los feciales, que ponían a Júpiter como garante del respeto por los acuerdos establecidos. Aquí aparece la relación con aquella raíz indoeuropea “pak-”. Las palabras españolas “paz” y “pagar” (‘apaciguar al acreedor’) provienen de “pax”.

Los sustantivos “pagus” y “pagina” también derivan de la raíz “pak-”, y el vínculo está en las estacas y ramas clavadas en la tierra. Una “pagina” está formada por hileras de vides en general obtenidas a partir de un mugrón, es decir, un “sarmiento que, sin cortarlo de la vid, se entierra para que arraigue y produzca una nueva planta”. A la planta obtenida de esta manera se le llama, en latín, “propago”, del que proviene el verbo “propagare”, que significa ‘amugronar vides, extender mediante mugrones, propagar’. “Propago”, “propagare” y, por supuesto, “propaganda” también integran esta familia. “Pagus” aparece en el diccionario como ‘aldea, poblado’, y se propone que estas traducciones provienen del concepto de ‘término o linde originalmente marcado por estacas’ [que se clavan en la tierra]. En un documento leonés del año 1095 aparece la palabra “pago” con el significado de ‘distrito agrícola’, que se conserva aún, por ejemplo acá. Ya en latín, el significado de “pagus” está vinculado a un territorio, noción que permanece en el derivado “país”. En cambio “pagano”, otro derivado, se relaciona con los habitantes de estos territorios, por la resistencia que presentaron ante la cristianización.

Aquella raíz “pak-” mencionada antes, a la que se le asignan las nociones de ‘fijar, atar; asegurar’, es visible en la palabra “pax”, a través de los acuerdos establecidos, en las palabras “pagina”, “propago”, “pagus”, a través de las estacas y ramas enterradas, fijadas. Nada le cuesta al lector imaginar que el vínculo entre estas palabras y aquella raíz es bastante directo.

Pero en los significados de nuestras palabras “paz”, “pagar”, “página”, “propaganda”, “pago”, “país” o “pagano”, difícilmente se pueda encontrar algún resto semántico de aquella raíz “pak-” sin consultar una serie de diccionarios. Sin embargo, esa gran distancia semántica que hay entre estas palabras y aquella raíz está formada por una larga serie de pequeños cambios. “Lo que domina en toda alteración es la persistencia de la materia vieja”, dice Saussure.

indoeuropeolatínespañol



raíz reconstruida “pak-” ‘fijar, atar; asegurar’
pax, pacare, pactumpaz, pagar, pacato, pacto, pauta, empatar
páginapágina
propagopropagar, propaganda
paguspago, pagano, país
palus

tripalium>tripaliere
palo


trabajar>trabajo

La palabra latina “palus” proviene también de aquella raíz indoeuropea, y la historia de uno de sus derivados ofrece un ejemplo de esos pequeños cambios semánticos. El diccionario la traduce como ‘poste, madero, estaca’. De nuevo es bastante clara la relación con “pak-”: el poste, la estaca van fijados en la tierra. El sustantivo “tripalium” o “trepalium” (formado por el numeral “tres” y la base de “palus”) es el nombre de un instrumento de tortura que constaba, previsiblemente, de tres palos. De este sustantivo deriva, en última instancia, nuestro verbo “trabajar”, a través de la palabra reconstruida “tripaliare” o “trepaliare”.

Comenzamos en la raíz “pak-” con aquella noción de ‘fijar’; después el sustantivo “palus”, ‘estaca (fijada en la tierra)’; el sustantivo “tripalium”, ‘instrumento de tortura (formado por tres palos)’. Quiero detenerme en el paso siguiente, aquel verbo reconstruido “tripaliare”. Podemos pensar que el paso anterior está incluido en el significado de este verbo: ‘torturar (con el tripalium)’, luego ‘torturar’ sin especificar el instrumento, luego ‘sufrir’, y aquí el cambio es muy interesante, ya que el que tortura es el verdugo y el que sufre es el reo, de modo tal que este deslizamiento semántico se verifica a través de la cercanía entre ambos: una metonimia un poco tétrica… Luego, a mediados del siglo XIII, se registran las formas “trebajar” y “travajar” con el sentido de ‘esforzarse’, y ya en el siglo XIV, empieza a aparecer el significado ‘laborar’. Luego, la forma “trabajar”, con esta grafía, de donde deriva el sustantivo “trabajo”, que no proviene directamente de aquel “tripalium”. 

Anteayer, creo, le contaba todo esto a una amiga, también para ordenarme un poco la cabeza, y al final me dijo: semejante vuelta para terminar tan cerquita.


Fuentes

Diccionario de la lengua española, Real Academia Española

Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, J. Corominas y J. A. Pascual

Diccionario por raíces del latín y de las voces derivadas, S. Segura Munguía

Diccionario etimológico indoeuropeo de la lengua española, E. Roberts y B. Pastor

Dictionnaire etymologique de la langue latine, A. Ernout y A. Meillet