FERNANDO ANDACHT / En el desolado mundo pospandémico, es epifánico el poder contemplar por un instante, en medio de un relato banal, previsible la escena radiante del surgimiento de la verdad del afecto, del erotismo que llega sin publicidad, propaganda o ideología de tipo alguno. Esa es una visión espiritual de la verdad del cuerpo en el ámbito de lo cotidiano. +