ÓSCAR LARROCA / Hay un claro desplazamiento desde la “era de la información” hacia la “era de la reputación del famoso”, en la que la información, abandonada hoy por el sentido crítico del receptor, adquiere un nuevo valor —como secuela de ese abandono— si está comentada por un futbolista, un cocinero, una influencer de magro escote o un murguista. Desde este enfoque, la reputación (fomentada por los medios) se ha convertido en el cimiento central del razonamiento colectivo. Esto es responsabilidad de un igualitarismo mal entendido, y de ciudadanos inermes que creen que interpretar y pensar es una tarea inservible. +