RYAN TURNIPSEED / En el último siglo, los Estados han ejercido un gran control sobre los canales de los medios. En la mayor parte de Occidente, los grupos de presión y los cárteles que trabajaban con gobiernos «liberales» y «democráticos» regulaban quién podía emitir, mientras que los gobiernos, con sus infinitas reservas de dinero y fuerza política, competían con los establecimientos privados o extranjeros. +

MICHAEL MATULEF / En la época contemporánea, el Estado ha asumido un aura de infalibilidad sagrada, exigiendo una devoción celosa e incuestionable por parte de sus ciudadanos. Esta lealtad ciega refleja la ferviente reverencia tribal que antaño se confería a los chamanes en las sociedades antiguas, donde la fe y la tradición sustituían a la investigación racional+

FEDERICO LEICHT / Al margen de cuál sea su destino final, lo que queda en evidencia es que más que un emblema del nazismo, el águila del Graf Spee se ha convertido en un símbolo de la desinteligencia con la que las sucesivas administraciones del gobierno, en definitiva, el Estado, suele dirimir los conflictos entre los valores culturales colectivos -patrimoniales o no- y los intereses económicos particulares en Uruguay.
+

MIGUEL ANXO BASTOS / Las turbulencias en el mundo de la banca, tanto norteamericana como europea, han demostrado una vez más los privilegios de los que disfrutan estas peculiares empresas privadas, si es que realmente merecen este nombre y no el, a mi entender, más correcto nombre de concesiones públicas o el de empresas públicas de gestión privada.
+

ALDO MAZZUCCHELLI / Cuando se miran las cosas desde esta especie de punto de revelación repentina, se comprende que la esencia de la modernidad está en impedir el pensamiento fundamental, y sustituirlo por el pensamiento operacional. La laicidad es, así, otro aspecto del mecanismo de cierre o censura fundador del materialismo y el cientifismo, religiones en que ha descansado la legitimación de la modernidad.
+

DIEGO ANDRÉS DÍAZ / El peligro sobre las libertades de pensamiento, expresión y prensa en todo occidente son reales, sea porque se invoca la legitimidad de la censura en nombre de proteger un sector social débil o victimizado, una “verdad oficial”, o combatir discursos de odio; sea porque intenta proteger la libertad de expresión aumentando los niveles de intervención y arbitrariedad de agencias políticas del Estado.+

ALDO MAZZUCCHELLI / Lo primero es la respuesta humana elemental: hay que aplaudir y apoyar a Pereyra, por haber tenido la valentía de reconocer un error importante personal y profesional, y publicarlo sin buscar excusas.
En la vida de cada uno de nosotros todos nos hemos equivocado muchas veces. Es más importante que el error, la corrección, y en mi opinión siempre se debe dar prioridad a esta. Hay que saludar y abrazar, pues, al primer periodista mainstream que reconoce que el rey está desnudo, y que lo que se viene llevando como política informativa por parte de los grandes medios da asco, tanto profesional como humanamente. +

DIEGO ANDRÉS DÍAZ / Una de las características más evidentes del modelo “reseteado” que diariamente se nos informa de su inminente e inevitable desembarco, es que el mismo está asentado en una nueva-vieja religión: la estatolatría+

MENCIUS MOLDBUG / La sociedad de tipo 2 es la sociedad del consenso. Su fenómeno clave es el de la coordinación espontánea. Usted puede llamarla una Gleichschaltung sin un Goebbels. La coordinación espontánea puede producir un sistema de información oficial que se parezca en todo al de una sociedad de tipo 1, pero que no responde a ninguna autoridad o institución central. Básicamente, una sociedad de tipo 1 es un gobierno en que el Estado controla la prensa y la universidad. Una sociedad tipo 2 es una en que la prensa y la universidad controlan el Estado.+