Laicidad, o la castración de discusiones fundamentales
ALDO MAZZUCCHELLI / Cuando se miran las cosas desde esta especie de punto de revelación repentina, se comprende que la esencia de la modernidad está en impedir el pensamiento fundamental, y sustituirlo por el pensamiento operacional. La laicidad es, así, otro aspecto del mecanismo de cierre o censura fundador del materialismo y el cientifismo, religiones en que ha descansado la legitimación de la modernidad.
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Según la “izquierda”, esta sería la “derecha”
DIEGO ANDRÉS DÍAZ / La cuestión “culturalista” en el campo de la lucha por el poder, y los verdaderos enemigos de las ideas de la Libertad en el siglo XXI: Exposición realizada en una jornada particular, denominada Liberarte, el pasado 12 de noviembre.
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Los peligros de la censura y las soluciones estatales
DIEGO ANDRÉS DÍAZ / El peligro sobre las libertades de pensamiento, expresión y prensa en todo occidente son reales, sea porque se invoca la legitimidad de la censura en nombre de proteger un sector social débil o victimizado, una “verdad oficial”, o combatir discursos de odio; sea porque intenta proteger la libertad de expresión aumentando los niveles de intervención y arbitrariedad de agencias políticas del Estado.+
El centralismo político. El principio de secesión
DIEGO ANDRÉS DÍAZ / El principio de secesión es fundamental para entender el nivel de importancia y profundidad de la libertad, en la práctica, y su relevancia está dada porque representa un factor simbólico y práctico de freno al proceso incesante de centralización de poder político.+
El mea culpa de Gabriel Pereyra
ALDO MAZZUCCHELLI / Lo primero es la respuesta humana elemental: hay que aplaudir y apoyar a Pereyra, por haber tenido la valentía de reconocer un error importante personal y profesional, y publicarlo sin buscar excusas.
En la vida de cada uno de nosotros todos nos hemos equivocado muchas veces. Es más importante que el error, la corrección, y en mi opinión siempre se debe dar prioridad a esta. Hay que saludar y abrazar, pues, al primer periodista mainstream que reconoce que el rey está desnudo, y que lo que se viene llevando como política informativa por parte de los grandes medios da asco, tanto profesional como humanamente. +
La Catedral
MENCIUS MOLDBUG / La sociedad de tipo 2 es la sociedad del consenso. Su fenómeno clave es el de la coordinación espontánea. Usted puede llamarla una Gleichschaltung sin un Goebbels. La coordinación espontánea puede producir un sistema de información oficial que se parezca en todo al de una sociedad de tipo 1, pero que no responde a ninguna autoridad o institución central. Básicamente, una sociedad de tipo 1 es un gobierno en que el Estado controla la prensa y la universidad. Una sociedad tipo 2 es una en que la prensa y la universidad controlan el Estado.+
El mundo pospandémico es un mundo de dependencia generalizada al gobierno
PER BYLUND / El Estado cuesta dinero, pero la mayor carga es la de las personas que libera de la disciplina del mercado. En el mercado puramente libre, se te paga en función de tu contribución al valor facilitado a los consumidores. Por decirlo claramente, si produces mucho valor te pagan mucho. Pero si no produces nada, esa nada puede ser tu salario.+
Los mandatos de las vacunas y el “gran reinicio”
PHILIPP BAGUS / El Estado, los medios de comunicación, la industria farmacéutica y las organizaciones supranacionales están estrechamente entrelazados y tienen un interés común en la narrativa de la vacunación. Desde esta perspectiva, la creciente presión sobre los que no se vacunan no es sorprendente.+
Las empresas ideológicas
DIEGO ANDRÉS DÍAZ / La clave del modelo de “empresa ideológica” radica en que la “causa” política, cultural, económica o social que representa la razón de su existencia debe trabajar en el consenso social de su “importancia” y “necesidad”, y sobretodo, lograr que este consenso jamás permita un cuestionamiento del botín real: los dineros públicos. La empresa ideológica logra además, instalar temas en la agenda desde su perspectiva de identidad basada en la “superioridad moral” que predisponen a la sociedad a promover, aceptar, o en última instancia no cuestionar las inversiones o direccionamiento de fondos a estas empresas, en general realizada desde el Estado. Así, vemos a políticos de todo pelo y color, sonriendo frente a las cámaras junto al activista/artista de estas empresas ideológicas, recibiendo feliz el “baño purificador” que brinda la imagen de estas empresas, a cambio de dinero público.+