DIEGO ANDRÉS DÍAZ / La clave del modelo de “empresa ideológica” radica en que la “causa” política, cultural, económica o social que representa la razón de su existencia debe trabajar en el consenso social de su “importancia” y “necesidad”, y sobretodo, lograr que este consenso jamás permita un cuestionamiento del botín real: los dineros públicos. La empresa ideológica logra además, instalar temas en la agenda desde su perspectiva de identidad basada en la “superioridad moral” que predisponen a la sociedad a promover, aceptar, o en última instancia no cuestionar las inversiones o direccionamiento de fondos a estas empresas, en general realizada desde el Estado. Así, vemos a políticos de todo pelo y color, sonriendo frente a las cámaras junto al activista/artista de estas empresas ideológicas, recibiendo feliz el “baño purificador” que brinda la imagen de estas empresas, a cambio de dinero público.+