DR. ALEJANDRO RECAREY / En el promocionado nuevo sistema organizacional, se le retira a cada juez la asistencia personal de funcionarios de plena confianza (con la excepción, quizás incluso provisoria, de receptores y secretarios). De personas que conoce. Y que lo conocen a él. La gestión administrativa se mezcla en una suerte de sopa colectiva, en la que el decisor judicial pierde la referencia individual de sus colaboradores. Lo cual resulta, a ojos vista, muy grave. +