ALMA BOLÓN / Para poder creer, es imprescindible que el objeto de la creencia no exista, o que se lo dé por inexistente. Y es ante esa inexistencia que uno puede declararse creyente en su existencia. Por esto sucede que algunas personas se declaran creyentes en la existencia de los marcianos, pero un poco inesperado sería si alguien se declarara creyente en la existencia de los terrícolas, o de los montevideanos.+