OPINIÓN CIENTÍFICA
* Argumentos científicos para un debate inexistente
Por Dr. G
Con respecto a la nota de El Observador titulada “La respuesta de un científico al amparo…”, que afirma:

En lo que respecta específicamente al ARN mensajero, la afirmación es falsa. No hay antecedentes de uso de este tipo de vacunas ni en seres humanos ni en animales, aunque lleve más de 60, no 30, “años de investigación” básica y aplicada.
Con respecto a la nota de El País (6/7/22) titulada “Científicos ya respondieron a 12 de 16 preguntas que el Juez le hizo al Poder Ejecutivo…” (en donde no informa cuáles son los “científicos” consultados), que afirma:

Empecemos por el final, no se trata del proceso de “replicación” (duplicación del ADN) sino TRANSCRIPCIÓN, serio error de concepto.
“ARN mensajero”, ARNm. No es ARNm natural sino un ARNm sintético (ARNm*, producto de una transcripción in vitro a partir de un molde de ADN). El principio activo ARNm* de estas vacunas tiene la estructura básica de un ARNm celular típico pero con importantes modificaciones bioquímicas, que buscan darle mayor estabilidad y vida media, y eficiencia en la traducción: 5´[capuchón 5´– zona 5´UTR – CDS – zona 3´ UTR – cola poli A] 3´.
En efecto, estos ARNm* presentan diversas características peculiares, que analizando de “izquierda a derecha”, 5´a 3´son:
1. el capuchón 5´ modificado bioquímicamente a m7G+m3′-5′-ppp-5′-Am (bastante diferente del natural m7G (Weng et al., 2020; Kyriakopoulos & McCullough, 2021);
2. la zona 5´UTR de unos cincuenta ribonucleótidos (es una zona no codificante, que no es traducida a proteína, que cumple una función regulatoria), derivada y optimizada a partir de la secuencia del gen de alfa globina humana (proteína con alta tasa de síntesis celular) (Asrani et al., 2018), en la que los ribonucleótidos normales U (uracilos) han sido cambiados por m1ᴪ (1-metil-3´-pseudouracilo (Nance & Meier, 2021), con el fin de impedir la activación de la respuesta inmune innata intracelular mediada por receptores del tipo Toll (TLR, Karikó et al., 2005; Borchardt et al., 2020);
3. La zona codificante CDS. (secuencia de ARN que codifica para una versión estabilizada por mutación insercional de dos prolinas de la proteína Spike, mutaciones K986P y V987P), y donde se encuentra el mismo cambio de todas las U por m1ᴪ (Hubert, 2021; Jeong et al., 2021). Se realizó además una optimización de los codones (tripletes de nucleótidos A, C, G o U, -en este caso m1ᴪ- que codifican para un aminoácido, componente básico monomérico del polipéptido o proteína) y un aumento importante en el contenido en GC, para una lectura más eficaz por parte de los ribosomas en células humanas (Kudla et al., 2006);
4. Zona 3´UTR. No es codificante, cumple funciones en la estabilidad, exportación, eficiencia de traducción y acción regulatoria (a través de la unión de ARN regulatorios, tales como los miRNA) (Zarghampoor et al., 2019). También encontramos la sustitución de U por m1ᴪ. En particular las secuencias del extremo 3´de estas vacunas fueron “tomadas” del ARNm del potenciador amino-terminal de división (AES, amino-terminal enhancer of split) y el ARN ribosómico 12S mitocondrial, para conferirle mayor estabilidad al ARNm* y por ende una alta expresión de la proteína codificada (Hubert, 2020); y
5. cola poliA 3´. La llamada “cola poliA” (cuya función es la protección del ARNm de la degradación por exorribonucleasas celulares que digieren el ARNm en la dirección 3´-5´) de estos ARNm*, de cerca de 120 nucleótidos de longitud, es interrumpida en la posición 30 por una secuencia linker GCAUAUGACU, seguida de 100 As, cuya función es estabilizar al ADN que codifica a este ARNm* y que sirve como molde (una vez cortado y linearizado) para su transcripción (Hubert, 2020, 2021).
Con todas estas modificaciones (que apuntan a obtener una mayor cantidad del antígeno Spike, por un lado a través de una mayor tasa de traducción del ARNm*, y por el otro al evitar la activación de la respuesta inmune innata intracelular -provocada por un ARNm foráneo- mediada por el TLR y otros sensores inmunitarios intracelulares (Pardi et al., 2018; Teijaro y Farber, 2021) difícilmente pueda afirmarse que se trata de un ARNm normal o natural. Asimismo, el ARNm* también se distribuye por todo el cuerpo (Pfizer, PF-07302048, 2020), entra al núcleo celular y se retrotranscribe a ADN (Aldén et al., 2022). Las probables consecuencias fisiopatológicas de todas estas modificaciones bioquímicas del ARNm y su biodistribución escapan al alcance de esta nota pero han sido exploradas por diversos autores en los dos últimos años (Doshi, 2021; McKernan et al., 2021; Seneff et al., 2022).
Sigue:

NLPs, PEG, Colesterol, polisorbato. Las partículas nanolipídicas (NLP), están compuestas principalmente por lípidos ionizables (algunos de ellos completamente nuevos, nunca autorizadas para uso humano y sin historial de uso seguro en inoculaciones humanas, Bahl et al., 2017; Teijaro y Farber, 2021; Karrow et al., 2021; Doshi, 2021). Las NLP llevan asociado al colesterol, para modular la fluidez y la permeabilidad de la membrana lipídica -al mejorar el empaquetamiento de los lípidos- (Eygeris et al., 2020), pero que permite al ARNm* entrar en casi cualquier célula (Crommelin et al., 2021). Por ejemplo, las NLP pueden atravesar la barrera hematoencefálica (Bondì et al., 2012). Al mismo tiempo, es necesario considerar que el PEG es un potente alérgeno (Wylon et al., 2016) y que parte de la población ya cuenta con anticuerpos contra éste, abriendo la puerta a reacciones de autoinmunidad (Yang et al., 2016). El polisorbato, por otra parte, es un potente coadyuvante inmunógeno (Stone et al., 2019; Banerji et al., 2021). ¿Se puede hablar de inocuidad?
Es llamativo que poco o nada se hable de lo principal, la sobreproducción sistémica por ganancia de función, inducida tras el “pinchazo”, del antígeno inmunogénico Spike, que es una proteína muy tóxica per se (sobre todo su subunidad S1): citopática (Buchrieser et al., 2020; Buonvino y Melino, 2020; Nguyen et al., 2020; Xia, 2021), citotóxica mitocondrial y pro-apoptótica (Lei et al., 2021), pro-inflamatoria (Suzuki et al., 2020; Ratajczak & Kuzia, 2020; Robles et al., 2021); Suzuki y Gychka, 2021), produce agregación celular ( y amiloidosis, Grobbelaar et al., 2021), es coagulopática (Voicu et al., 2021; Lei et al., 2021), provoca reacciones autoinmunes por mimesis (Lyons-Weiler, 2020) y presentación en la superficie celular. Es sumamente estable y persistente (Patterson et al., 2021), se ha encontrado hasta 60 días después del referido “pinchazo” en los centros germinales de los nódulos linfáticos de vacunados (Röltgen et al., 2022), circula por el organismo en los exosomas y atraviesa la barrera hematoencefálica (S1, Rhea et al., 2021; Verbeke et al., 2021; Bansal et al., 2021). Inhibe además la reparación del ADN y la recombinación VDJ, esencial para la síntesis de anticuerpos (Jiang & Mei, 2021). Cabe destacar que se ha reportado una posible integración del ARN de SARS-CoV-2 en el genoma humano mediada por el retrotransposón LINE-1 (Zhang et al., 2022). Este hallazgo, de confirmarse (con otros trabajos independientes), puede llegar a ser sumamente relevante en la patología, diagnóstico y tratamiento de la COVID-19. Dicho esto, otros dos trabajos no lograron encontrar este fenómeno (Smits et al., 2021; Parry et al., 2021); y es que es técnicamente muy difícil de detectar una inserción porque se daría en céñulas indiciduales en sitios diferentes, por lo que en todo caso se generarían mosaicos celulares que escapan a los límites de detección de las técnicas de secuenciación masiva empleadas. Por último, pero no menos importante, la síntesis de Spike a partir del ARNm* puede ser parcial o incompleta (Bansal et al., 2021; Jiang & Mei, 2021). ¿Cuáles son las consecuencias de todas estas cuestiones?
Y todo esto en cuanto a sus componentes de diseño, porque no se están tomando en cuenta las variables introducidas en la producción real del ARNm* final (Weng et al., 2020) a escala industrial: 1. Eficiencias de la producción y corte del molde de ADN, y síntesis del ARNm a partir del ADN molde, ¿síntesis completa o incompleta?; 2. Probable contaminación del ARNm* con ADN molde y otros componentes de las reacciones; 3. transporte, almacenamiento, distribución, ¿cómo se asegura la estabilidad y no degradación del producto?. Si el ARNm* y/o Spike están incompletos o degradados, aunque sea parcialmente, cuál son las consecuencias de introducir en la célula estas moléculas? Son preguntas relevantes que aún no han tenido respuesta…
Las citas bibliográficas completas se encuentran disponibles a pedido de parte interesada.
7/7/22