ENTREVISTA

“Putin ha convencido a Washington y a sus Estados títeres europeos de que no quiere decir lo que dice, y que aceptará sin cesar provocaciones cada vez peores, que han ido desde las sanciones a la ayuda financiera occidental a Ucrania, el suministro de armas, la formación de militares ucranianos y la información sobre objetivos de guerra, el suministro de misiles capaces de atacar la Rusia interior, el ataque al puente de Crimea, la destrucción de los oleoductos Nord Stream, la tortura de prisioneros de guerra rusos, los ataques a las partes rusas de Ucrania reincorporadas a la Federación Rusa y los ataques a la Rusia interior. En algún momento habrá una provocación que sea demasiado. Será entonces cuando se produzca el SHTF (Shit Hits The Fan: literalmente: la mierda llega al ventilador).”

MIKE WHITNEY, Diciembre 17, 2022

Pregunta 1Usted cree que Putin debería haber actuado con más contundencia desde el principio para poner fin a la guerra rápidamente. ¿Es esa su opinión sobre la guerra? Y, si lo es, ¿cuál cree que es la desventaja de permitir que el conflicto se prolongue sin un final a la vista?

Paul Craig Roberts-Sí, usted ha resumido correctamente mi posición. Pero como mi posición puede parecer “antiamericana” para los muchos adoctrinados y con el cerebro lavado, los que ven la CNN, escuchan la NPR y leen el New York Times, voy a proporcionar algunos de mis antecedentes antes de continuar con mi respuesta.

Participé en la Guerra Fría del siglo XX de muchas maneras: Como editor del Wall Street Journal; como titular de una cátedra dotada en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, parte de la Universidad de Georgetown en el momento de mi nombramiento, donde mis colegas eran Henry Kissinger, Consejero de Seguridad Nacional y Secretario de Estado, Zbigniew Brzezinski, Consejero de Seguridad Nacional, y James Schlesinger, Secretario de Defensa y director de la CIA que fue uno de mis profesores en la escuela de posgrado de la Universidad de Virginia; como miembro del Comité de la Guerra Fría sobre el Peligro Actual; y como miembro de un comité presidencial secreto con poder para investigar la oposición de la CIA al plan del Presidente Reagan para poner fin a la Guerra Fría.

Con una historia como la mía, me sorprendió cuando adopté una posición objetiva sobre el rechazo del presidente ruso Putin a la hegemonía de Estados Unidos, y me encontré con que me tachaban de “incauto/agente ruso” en un sitio web, “PropOrNot”, que puede haber sido financiado por el Departamento de Estado de Estados Unidos, la National Endowment for Democracy, o la propia CIA, la que aún alberga viejos resentimientos contra mí por haber ayudado al presidente Reagan a poner fin a la Guerra Fría, lo que tenía el potencial de reducir el presupuesto y el poder de la CIA. Todavía me pregunto qué podría hacerme la CIA, a pesar de que la agencia me invitó a dirigirme a ella, cosa que hice, y explicarles por qué se equivocaron en su razonamiento.

También diré que en mis artículos defiendo la verdad, no a Putin, aunque Putin es, en mi considerada opinión, el jugador más honesto, y quizá el más ingenuo, en el actual juego que podría acabar en un Armagedón nuclear. Mi propósito es evitar el Armagedón nuclear, no tomar partido. Recuerdo bien el odio del Presidente Reagan hacia “esas armas nucleares espantosas” y su directiva de que el propósito no era ganar la Guerra Fría, sino ponerle fin.

Paso ahora a la pregunta de Mike, que va al grano. Quizá para entender a Putin tengamos que recordar la vida, o cómo la presentaba Occidente a la Unión Soviética y las emisiones estadounidenses a la Unión Soviética de la libertad de la vida en Occidente, donde las calles estaban pavimentadas con oro y los mercados de alimentos tenían todas las exquisiteces imaginables. Posiblemente esto creó en la mente de muchos soviéticos, no de todos, que la vida en el mundo occidental era paradisíaca comparada con el infierno en el que vivían los rusos. Todavía recuerdo que en 1961, estando en un autobús en Uzbekistán, apareció en la calle un camión de reparto de carne. Todo el tráfico seguía al camión hasta la tienda de reparto, donde ya había una cola de varias manzanas. Cuando se compara esta vida con una visita a un supermercado estadounidense, la superioridad occidental salta a la vista. Las ansias rusas por Occidente han limitado sin duda a Putin, pero el propio Putin se ha visto afectado por las diferencias de vida entre los EE.UU. de entonces y la Unión Soviética.

Putin es un buen líder, un tipo humano, quizá demasiado humano para el mal al que se enfrenta. Una forma de ver mi postura de que Putin hace demasiado poco en lugar de demasiado, es recordar la época de la Segunda Guerra Mundial, cuando el primer ministro británico Chamberlain fue acusado de alentar a Hitler aceptando provocación tras provocación. Mi opinión sobre esta historia es que es falsa, pero sigue siendo ampliamente creída. Putin acepta provocaciones a pesar de haber declarado líneas rojas que no hace cumplir. En consecuencia, sus líneas rojas no son creídas. He aquí un informe:

RT informó el 10 de diciembre que “EE.UU. ha dado discretamente luz verde a Ucrania para lanzar ataques de largo alcance contra objetivos dentro del territorio ruso, informó el Times el viernes, citando fuentes. Al parecer, el Pentágono ha cambiado su postura al respecto, ya que le preocupa menos que tales ataques puedan escalar el conflicto.

En otras palabras, con su inacción Putin ha convencido a Washington y a sus Estados títeres europeos de que no quiere decir lo que dice, y que aceptará sin cesar provocaciones cada vez peores, que han ido desde las sanciones a la ayuda financiera occidental a Ucrania, el suministro de armas, la formación de militares ucranianos y la información sobre objetivos de guerra, el suministro de misiles capaces de atacar la Rusia interior, el ataque al puente de Crimea, la destrucción de los oleoductos Nord Stream, la tortura de prisioneros de guerra rusos, los ataques a las partes rusas de Ucrania reincorporadas a la Federación Rusa y los ataques a la Rusia interior.

En algún momento habrá una provocación que sea demasiado. Será entonces cuando se produzca el SHTF (Shit Hits The Fan: literalmente: la mierda llega al ventilador).

El objetivo de Putin ha sido evitar la guerra. Así, su limitado objetivo militar en Ucrania de echar a las fuerzas ucranianas de Donbass significó una operación limitada que dejó intacta la infraestructura bélica ucraniana, capaz de recibir y desplegar armas avanzadas de Occidente, y de forzar las retiradas rusas a líneas más defendibles con las muy limitadas fuerzas que Putin comprometió en el conflicto. Las ofensivas ucranianas convencieron a Occidente de que Rusia podía ser derrotada, convirtiendo así la guerra en una forma primordial de socavar a Rusia como obstáculo a la hegemonía de Washington. La prensa británica proclamó que el ejército ucraniano estaría en Crimea para Navidad.

Lo que Putin necesitaba era una victoria rápida que dejara completamente claro que Rusia tenía líneas rojas ejecutables que Ucrania había violado. Una demostración de fuerza militar rusa habría puesto fin a todas las provocaciones. El decadente Occidente habría aprendido que debe dejar en paz al oso. En lugar de eso, el Kremlin, malinterpretando a Occidente, malgastó ocho años en el Acuerdo de Minsk, del que el ex canciller alemán Merket dijo que era un engaño para evitar que Rusia actuara cuando Rusia podría haberlo conseguido fácilmente. Putin está ahora de acuerdo conmigo en que fue su error no haber intervenido en Donbass antes de que Estados Unidos creara un ejército ucraniano.

Mi última palabra a la pregunta de Mike es que Putin ha malinterpretado a Occidente. Sigue pensando que Occidente tiene en su “liderazgo” a personas razonables, que sin duda interpretan el papel en beneficio de Putin, con las que puede negociar. Putin debería ir a leer la Doctrina Wolfowitz. Si Putin no despierta pronto, el Armagedón está sobre nosotros, a menos que Rusia se rinda.

Pregunta 2Estoy de acuerdo con gran parte de lo que dice aquí, en particular con esto: “La inacción de Putin ha convencido a Washington… de que no habla en serio y aceptará sin cesar provocaciones cada vez peores”.

Tienes razón, esto es un problema. Pero no estoy seguro de lo que Putin puede hacer al respecto. Tomemos, por ejemplo, los ataques con drones a aeródromos en territorio ruso. ¿Debería haber respondido Putin bombardeando líneas de suministro en Polonia? Parece una respuesta justa, pero también entraña el riesgo de que la OTAN tome represalias y desencadene una guerra más amplia, lo que sin duda no beneficia a Rusia.

Ahora bien, quizás Putin no se habría enfrentado a estos puntos álgidos si hubiera desplegado 500.000 tropas de combate para empezar y arrasado varias ciudades de camino a Kiev, pero hay que tener en cuenta que la opinión pública rusa sobre la guerra era variada al principio, y sólo aumentó su apoyo a medida que se hizo evidente que Washington estaba decidido a derrotar a Rusia, derrocar a su gobierno y debilitarla hasta el punto de que no pudiera proyectar su poder más allá de sus fronteras. La gran mayoría del pueblo ruso comprende ahora lo que pretende Estados Unidos, lo que explica por qué los índices de aprobación pública de Putin se sitúan actualmente en el 79,4%, mientras que el apoyo a la guerra es casi universal. En mi opinión, Putin necesita este nivel de apoyo para mantener el esfuerzo bélico, por lo que el aplazamiento de la movilización de tropas adicionales le ha beneficiado.

Y lo que es más importante, Putin debe ser percibido como el actor racional en este conflicto. Esto es absolutamente esencial. Debe ser visto como un actor prudente y razonable que actúa con moderación y dentro de los límites del derecho internacional. Sólo así podrá ganarse el apoyo continuado de China, India, etc. No debemos olvidar que el esfuerzo por construir un orden mundial multipolar requiere la formación de coaliciones, que se ven socavadas por un comportamiento impulsivo y violento. En resumen, creo que el enfoque de Putin de “ir despacio” (según tus palabras) es en realidad el curso de acción correcto. Creo que si hubiera arrasado Ucrania como Sherman en su camino hacia el mar, habría perdido aliados fundamentales que le ayudarán a establecer las instituciones y la infraestructura económica que necesita para crear un nuevo orden.

Así pues, mi pregunta es la siguiente: ¿Qué aspecto tiene una victoria rusa? ¿Se trata sólo de expulsar al ejército ucraniano del Donbás o deberían las fuerzas rusas despejar toda la región al este del río Dniéper? ¿Y qué pasa con el oeste de Ucrania? ¿Y si la región occidental queda reducida a escombros pero Estados Unidos y la OTAN siguen utilizándola como plataforma de lanzamiento para su guerra contra Rusia?

Puedo imaginar muchos escenarios en los que los combates continúen durante años, pero casi ninguno que termine en un acuerdo diplomático o en un armisticio. ¿Qué opina?

Paul Craig Roberts-Creo, Mike, que has identificado el razonamiento que explica el enfoque de Putin en el conflicto de Ucrania. Pero creo que Putin está perdiendo confianza en su enfoque. La cautela a la hora de acercarse a la guerra es imperativa. Pero cuando la guerra comienza debe ganarse rápidamente, sobre todo si el enemigo tiene perspectivas de conseguir aliados y su apoyo. La cautela de Putin retrasó el rescate ruso de Donbass durante ocho años, durante los cuales Washington creó y equipó un ejército ucraniano que convirtió lo que habría sido un rescate fácil en 2014, como Crimea, en la guerra actual de casi un año de duración. La cautela de Putin a la hora de librar la guerra ha dado a Washington y a los medios de comunicación occidentales tiempo de sobra para crear y controlar la narrativa, desfavorable para Putin, y para ampliar la guerra con la participación directa de Estados Unidos y la OTAN, admitida ahora por el ministro de Exteriores Lavrov. La guerra se ha ampliado a ataques directos contra la propia Rusia.

Estos ataques a Rusia podrían alinear a los liberales rusos pro-occidentales con Putin, pero la capacidad de un corrupto estado títere de EEUU del tercer mundo para atacar a Rusia es un anatema para los patriotas rusos. Los rusos que lucharán ven en la capacidad de Ucrania para atacar a la Madre Rusia el fracaso del gobierno de Putin.

En cuanto a China e India, los dos países con mayor población, han sido testigos del uso indiscriminado de la fuerza por parte de Washington sin consecuencias internas o internacionales para Washington. No querrían aliarse con una Rusia de rodillas.

También diré que, dado que Washington y la OTAN no se vieron limitados por la opinión pública en sus dos décadas de guerras en Oriente Medio y el norte de África, basadas enteramente en mentiras y agendas secretas, ¿qué razón tiene Putin para temer una falta de apoyo público ruso para rescatar Donbass, anteriormente parte de Rusia, de la persecución neonazi? Si Putin debe temer esto, demuestra su error al tolerar que ONG financiadas por Estados Unidos trabajen en Rusia lavando el cerebro a los rusos.

No, Putin no debería dedicarse al ojo por ojo. No es necesario que envíe misiles a Polonia, Alemania, Reino Unido o Estados Unidos. Todo lo que Putin necesita hacer es cerrar la infraestructura ucraniana para que Ucrania, a pesar de la ayuda occidental, no pueda continuar la guerra. Putin está empezando a hacerlo, pero no de forma total.

El hecho es que Putin nunca necesitó enviar tropas al rescate de Donbass. Todo lo que necesitaba hacer era enviar al títere estadounidense, Zelensky, un ultimátum de una hora y si la rendición no se producía cerrar con misiles convencionales de precisión, y ataques aéreos si era necesario, la totalidad de la infraestructura de energía, agua y transporte de Ucrania, y enviar fuerzas especiales a Kiev para hacer un ahorcamiento público de Zelensky y el gobierno títere de Estados Unidos.

El efecto en el degenerado Occidente woke, que enseña en sus propias universidades y escuelas públicas el odio a sí mismo, habría sido eléctrico. El coste de meterse con Rusia habría quedado claro para todos los imbéciles que hablan de que Ucrania estará en Crimea para Navidad. La OTAN se habría disuelto. Washington habría eliminado todas las sanciones y callado a los estúpidos neoconservadores locos por la guerra. El mundo estaría en paz.

La pregunta que han hecho es, después de todos los errores de Putin, ¿cómo sería una victoria rusa? En primer lugar, no sabemos si va a haber una victoria rusa. La forma cautelosa en que Putin razona y actúa, como usted ha explicado, es probable que niegue a Rusia una victoria. En su lugar, podría haber una zona desmilitarizada negociada y el conflicto se pondría a fuego lento, como el conflicto no resuelto de Corea.

Por otro lado, si Putin está esperando el despliegue completo de los misiles nucleares hipersónicos de Rusia que ningún sistema de defensa puede interceptar y, siguiendo a Washington, pasa al primer uso de armas nucleares, Putin tendrá el poder de poner sobre aviso a Occidente y podrá utilizar el poder de la fuerza militar rusa para poner fin instantáneamente al conflicto.

Pregunta 3: Tiene usted muy buenas razones, pero sigo pensando que la lentitud de Putin ha contribuido a ganarse el apoyo de la opinión pública nacional e internacional. Pero, por supuesto, podría estar equivocado. Estoy en total desacuerdo con su afirmación de que China e India “no quieren aliarse con la débil Rusia”. En mi opinión, ambos líderes ven a Putin como un estadista brillante y fiable que quizá sea el mayor defensor de los derechos soberanos del último siglo. Tanto India como China están demasiado familiarizadas con la diplomacia coercitiva de Washington y estoy seguro de que aprecian los esfuerzos de un líder que se ha convertido en el mayor defensor mundial de la autodeterminación y la independencia. Estoy seguro de que lo último que quieren es convertirse en criados acobardados como los líderes europeos que, al parecer, son incapaces de decidir nada sin el “visto bueno” de Washington. (Nota: Hoy mismo Putin ha dicho que los líderes de la UE se están dejando tratar como un felpudo. Putin: “Hoy en día, el principal socio de la UE, Estados Unidos, está aplicando políticas que conducen directamente a la desindustrialización de Europa. Incluso intentan quejarse de ello a su señor estadounidense. A veces, incluso con resentimiento, preguntan: ‘¿Por qué nos hacéis esto? Yo quiero preguntar: ‘¿Qué esperabas? ¿Qué más les pasa a los que permiten que les limpien los pies encima?”).

Paul Craig Roberts-Mike, estoy de acuerdo en que Rusia, por las razones que das, es el socio preferido de China e India. Lo que quería decir es que China e India quieren ver una Rusia poderosa que les proteja de la injerencia de Washington. A China e India no les tranquiliza lo que a veces parece ser la irresolución y vacilación de Putin. Las reglas con las que juega Putin ya no se respetan en Occidente.

Putin tiene razón al afirmar que todos los gobiernos europeos y los de Canadá, Australia, Japón y Nueva Zelanda son felpudos para Washington. Lo que se le escapa a Putin es que las marionetas de Washington se sienten cómodas en este papel. Por tanto, ¿qué posibilidades tiene de regañarles por su servilismo y prometerles la independencia? Un lector me ha recordado recientemente el experimento de Asch de los años cincuenta, según el cual la gente tiende a conformarse con las narrativas predominantes, y el uso que se hace del análisis de Edward Bernays sobre la propaganda. Y está la información que me dio en los años setenta un alto funcionario del gobierno de que los gobiernos europeos hacen lo que queremos porque “damos a los líderes bolsas de dinero. Nos pertenecen. Nos rinden cuentas“.

En otras palabras, nuestras marionetas viven en una zona de confort. Putin lo tendrá difícil para entrar en ella con un comportamiento meramente ejemplar.

Pregunta 4Para mi última pregunta, me gustaría aprovechar su conocimiento más amplio de la economía estadounidense y cómo la debilidad económica podría ser un factor en la decisión de Washington de provocar a Rusia. Durante los últimos 10 meses, hemos oído a numerosos expertos decir que la expansión de la OTAN a Ucrania crea una “crisis existencial” para Rusia. Me pregunto si podría decirse lo mismo de Estados Unidos. Parece que todo el mundo, desde Jamie Diamond hasta Nouriel Roubini, ha estado prediciendo un cataclismo financiero mayor que el colapso total del sistema en 2008. En su opinión, ¿es esta la razón por la que los medios de comunicación y prácticamente toda la clase política están presionando tanto a favor de una confrontación con Rusia? ¿Consideran que la guerra es la única forma de que Estados Unidos pueda preservar su exaltada posición en el orden mundial?

Paul Craig Roberts-La idea de que los gobiernos recurren a la guerra para desviar la atención de una economía que fracasa es popular, pero mi respuesta a su pregunta es que el motivo operativo es la hegemonía de Estados Unidos. La Doctrina Wolfowitz lo dice claramente. La doctrina dice que el principal objetivo de la política exterior estadounidense es impedir el ascenso de cualquier país que pueda servir de freno al unilateralismo estadounidense. En la conferencia de seguridad de Munich de 2007, Putin dejó claro que Rusia no subordinará sus intereses a los de EEUU.

En Washington hay algunos neoconservadores enloquecidos que creen que se puede ganar una guerra nuclear y que han moldeado la política de armamento nuclear estadounidense hacia un modo de ataque preventivo centrado en reducir la capacidad de represalia del receptor de un primer ataque. Estados Unidos no está buscando una guerra con Rusia, pero podría precipitarse en ella. La política neoconservadora operativa es causar problemas a Rusia que puedan causar problemas internos, distraer al Kremlin de los movimientos de poder de Washington, aislar a Rusia con propaganda, e incluso posiblemente provocar una revolución de color dentro de Rusia o en una antigua provincia rusa, como Bielorrusia, como se hizo en Georgia y Ucrania. La gente ha olvidado la invasión de Osetia del Sur por el ejército georgiano, instigada por Estados Unidos, que Putin envió fuerzas rusas para detener, y ha olvidado los recientes disturbios en Kazajstán, que se calmaron con la llegada de tropas rusas. El plan es seguir atizando al Kremlin. Incluso si Washington no se encuentra en todos los casos con el éxito disfrutado en la Revolución Maidan en Ucrania, los incidentes tienen éxito como distracciones que consumen tiempo y energía del Kremlin, dan lugar a opiniones disidentes dentro del gobierno, y que requieren planes de contingencia militar. Como Washington controla las narrativas, los incidentes también sirven para ennegrecer a Rusia como agresor y retratar a Putin como “el nuevo Hitler”. Los éxitos propagandísticos son considerables: exclusión de los atletas rusos de las competiciones, negativa de las orquestas a tocar música de compositores rusos, exclusión de la literatura rusa y negativa general a cooperar con Rusia de cualquier forma. Todo ello tiene un efecto humillante en los rusos y puede ser corrosivo para el apoyo público al gobierno. Tiene que ser muy frustrante para los atletas rusos, los patinadores sobre hielo, los artistas y sus seguidores.

Sin embargo, el conflicto en Ucrania puede convertirse en una guerra general intencionada o no. Esta es mi preocupación y es la razón por la que creo que la limitada operación “ir despacio” del Kremlin es un error. Ofrece demasiadas oportunidades para que las provocaciones de Washington vayan demasiado lejos.

Hay un elemento económico. Washington está decidido a evitar que su imperio europeo se vea arrastrado a estrechar sus relaciones con Rusia a partir de la dependencia energética y las relaciones comerciales. De hecho, algunos explican las sanciones económicas como una desindustrialización de Europa en nombre de la hegemonía económica y financiera de Washington.

Publicado originalmente aquí