INFORME ESPECIAL
Por José Pablo González
El 10 de agosto de 2021 el MSP publicó un comunicado en el que abordó, entre otros efectos adversos, lo sucedido con dos niños uruguayos, de 12 y 14 años, que casi mueren por una miocarditis causada por la vacuna de Pfizer [1].
Este problema grave es conocido al menos desde abril de este año [2], sin embargo, el MSP y todos los médicos y científicos abocados a esta siniestra campaña de vacunación, no lo mencionaron ni en las pautas publicitarias ni en ninguna de sus intervenciones en televisión, radio, redes sociales o prensa escrita.
Si algo dijeron fue que tener una reacción adversa grave a estas vacunas era menos probable que que te cayera un rayo, resultó que en aproximadamente 50.000 niños vacunados de ese segmento de edad [3], a 2 casi los mata la vacuna, quedaron con graves lesiones probablemente de por vida. Solo así ya es bastante más probable que el rayo. Y esas 2 de ninguna forma se pueden considerar la totalidad de las miocarditis causadas por la vacuna de Pfizer.
No se está haciendo el menor seguimiento a los vacunados para detectar estos problemas ya conocidos. Es aún peor, la mayoría de los médicos uruguayos desconocen por completo la existencia de estos efectos adversos y sus síntomas. A uno de esos niños, con fuertes dolores en el pecho y 3 días de fiebre y náuseas que comenzaron a los 2 días de la segunda dosis de Pfizer, la pediatra lo mandó para su casa con un Perifar Flex. No murió esa noche de milagro. Al otro día los padres se despertaron con los llantos de su hijo de 14 años, era un niño sano, jamás lo habían escuchado llorar así, no soportaba el dolor que tenía en el pecho. Luego de varios días en CTI y todo tipo de análisis que descartaron otras causas distintas a la vacuna de Pfizer para la miocarditis, lo mandaron para su casa. Tiene que hacer 30 días de reposo total y luego 6 meses de vida de anciano de 80 años enfermo, sin comer sal, sin sobresaltos ni esfuerzos físicos, etcétera [4].
Lo que sucedió con la eficacia se está repitiendo con la seguridad de estas vacunas. En los días previos al inicio de la vacunación, el MSP y algunos de los científicos estrella de la pandemia anunciaban que la vacuna de Sinovac era 100% eficaz para prevenir casos graves de Covid-19, sí, 100%, está demostrado afirmaba el MSP, para que luego desde el primero de sus informes hubiese decenas de internados y fallecidos con ambas dosis y los 14 días. Al día de hoy, de la fragmentada e incompleta información que va liberando el MSP, se pude deducir que son cientos los internados y fallecidos vacunados con ambas dosis y los 14 días, o miles si incluimos a todos lo vacunados, no solo a los que ya cumplieron 14 días desde la segunda dosis [5]. Ahora esos mismos expertos dicen “siempre supimos que no existen las vacunas 100% eficaces”.
El comunicado del MSP es vergonzoso. Su publicación se da unos días después de que se viralizaran los audios de una de las madres de los niños a los que la vacuna de Pfizer les causó una miocarditis que casi los mata. Del niño que quedó con graves secuelas, que está haciendo reposo total y tiene por delante un estricto tratamiento de al menos 6 meses, el MSP dice “fue dado de alta”, ¿esto es información fidedigna aportada por el organismo del Estado que se supone vela por la salud de todos los uruguayos?, ¿o se parece más a publicidad engañosa que con verdades a medias oculta las deficiencias del producto que está vendiendo? Los cálculos del MSP para afirmar que son reacciones muy poco frecuentes son más de lo mismo. Dividen las reacciones adversas graves registradas en el segmento de edad de 12 a 14 años, en vez de entre los vacunados en ese segmento, entre el total de dosis dadas a toda la población, nótese además que es total de dosis, no de personas vacunadas, para casualmente concluir lo más favorable a la campaña publicitaria. Es como si nos mandaran un tratamiento con un medicamento del que debemos tomar 40 pastillas durante 10 días y si resulta que nos afectó desfavorablemente, anotaran 1 efecto adverso en 40. Otro detalle no menor es que esos son eventos que llegaron a registrarse, cosa que no sucede con la amplia mayoría de los que en realidad acontecen, incluso los graves. Si el niño hubiese aguantado en la casa sin llorar o si los padres no hubiesen insistido, jamás se habría registrado este caso. Incluso si hubiera muerto, jamás se habría registrado como muerte causada por la vacuna, sería una muerte súbita más, “siempre hubo muertes súbitas”. En base al método anterior es que los médicos y científicos oficiales dicen que no hay una sola muerte causada por estas vacunas. Ciencia cantinflesca. Además, éstos eventos llegaron a registrarse porque es rarísimo que a un niño de 14 años le dé un infarto, ¿cuántos infartos habrán causado estas vacunas en mayores de 50 que no se investigaron ni mucho menos registraron?, ya que “infartos siempre hubo, no le vas a echar la culpa a la vacuna también”. Según cifras de mortalidad del primer semestre de 2021, al fin publicadas por el MSP [6], hay un llamativo aumento en las muertes asociadas a problemas cardiovasculares, pasaron de ser al rededor de 600 por mes en enero y febrero a rondar las 900 en mayo y junio, ¿otra casualidad?, ¿tampoco amerita investigarla? Las muertes por causas no clasificadas también aumentaron significativamente.
No son nuevos los experimentos con niños, en otras épocas se hicieron (a la fuerza o con engaños), a menudo llevando rigurosos registros para luego evaluar los resultados, hoy ni eso, la experimentación de estas vacunas se hace al voleo, sin seguimiento ni registro, incluso en segmentos de la población para los que no hubo una sola investigación clínica controlada para identificar o descartar efectos adversos, como en el de las embarazadas, lactantes, o en los menores de 16 años (para el resto lo que hubo fueron estudios incompletos y precarios por decir lo menos). ¿Utilizarían aquellos médicos los mismos argumentos que los actuales?, “no hay evidencias de que este nuevo tratamiento sea perjudicial para los niños”. A aquellos médicos y científicos hoy los recordamos como lo que fueron, monstruos, por más que en su momento ellos y otros tantos se creyeran abnegados servidores de su país o hasta de la humanidad.
¿Cómo recordaremos dentro de unos años a los actuales embanderados de este experimento?
Notas
[1] https://www.facebook.com/MSPUruguay/posts/1782991208568946
[3] Esa cifra se obtiene a partir del porcentaje de vacunación a la fecha en el segmento entre 12 y 14 años que publica el MSP y de datos demográficos del Uruguay donde se encuentran las cantidades de población por segmento de edad.
[4] Audios que publicó la madre de uno de los niños afectados por la vacuna de Pfizer para que otros padres estén alerta ante los síntomas de ese grave efecto adverso.
[5] https://extramurosrevista.com/muertes-evitadas-por-la-vacunacion-anti-covid-19/
(Imagen de portada de Chris Mars, “Dr. Glaxo”, 2011.)