POLÍTICA
Por José W. Legaspi
Sebastián Marset, era aún un ignoto ciudadano uruguayo, al menos para usted, amable lector y para este humilde escriba, cuando en 2020 trató de tramitar un pasaporte uruguayo a través del consulado de nuestro país en Asunción, y no lo logró porque “se negó a dar su domicilio en Paraguay a las autoridades consulares uruguayas”, según investigación de los colegas Juan Francisco Pittaluga y Guillermo Draper para el semanario Búsqueda. Volvió a intentarlo en julio de 2021, esta vez desde el Consulado en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), pero el proceso quedó suspendido porque Marset tenía una solicitud de averiguación y paradero librada por el Juzgado de Crimen Organizado.
Como “la tercera es la vencida” recomenzó el trámite en octubre de ese año ante el Consulado en Emiratos Árabes Unidos-, cuando el pedido realizado en Santa Cruz de la Sierra fue cancelado y el narco pudo así comenzar el procedimiento en ese país.
Los subrayados son míos, y paso a explicarlos: Una vez que cualquier ciudadano uruguayo tramita un pasaporte ante un consulado de nuestro país, si queda suspendido, significa que no puede reiniciarse el procedimiento o hacerlo desde otro consulado uruguayo en otra parte del mundo. Pero en este caso fue posible porque la excónsul de nuestro país en Emiratos Árabes, Fiorella Prado, modificó personalmente ese trámite en Cancillería para de esa manera agilizar la entrega del pasaporte al narcotraficante, que se encontraba preso en ese país.

¿Cuál fue la modificación? Fiorella canceló el trámite iniciado en Santa Cruz de la Sierra, que estaba suspendido y el narco pudo así comenzar el procedimiento en EAU.
Mensajes y audios enviados por la funcionaria a distintas personas, incluidos en la investigación de los colegas mencionados, demuestran que modificó el trámite de Marset en Bolivia y lo pasó de suspendido a anulado, lo que posibilitó el inicio del nuevo proceso de expedición de pasaporte.
Eso de por si ya es grave, pero lo es más aún porque la excónsul realizó el movimiento por decisión propia, sin consultar previamente a sus superiores ni a los funcionarios del Consulado en Santa Cruz de la Sierra. En un audio de WhatsApp enviado el 24 de noviembre de 2021 a Alejandro Balbi, al que accedió el semanario Búsqueda, queda clara la maniobra: ”Él tenía un trámite iniciado en Santa Cruz de la Sierra y nunca había sido anulado. Entonces, como ya había un trámite pendiente, no me dejaba seguir. Lo que hice para ganar tiempo, en vez de esperar a que se despierte Bolivia, hacer la consulta, esperar que ellos lo anulen, yo empecé otro acá de nuevo. Fue tomar ese y a partir de ese cambiar todos los datos, actualizarlos, y me dejó“.
Este audio forma parte de los documentos adjuntos a la investigación administrativa que Cancillería realizó sobre el caso. Sin embargo, la investigación, finalizada en diciembre, concluyó que no existieron faltas administrativas en el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Marset fue detenido el 10 de setiembre de 2021 en el Aeropuerto Internacional de Dubái, al intentar embarcar con destino a Turquía con un pasaporte paraguayo con soporte físico original, pero impresión apócrifa. El Consulado en Emiratos Árabes Unidos fue contactado por el narco, su abogado emiratí Ali Al Shamsi y Balbi para tramitar el pasaporte desde la cárcel de Al Wathba en Abu Dhabi.
A partir de allí se inició un proceso administrativo en el cual las direcciones nacionales de Interpol, Policía Científica e Identificación Civil del Ministerio del Interior comunicaron que no había reparos para aprobar el documento por cumplir el solicitante con las exigencias del decreto 129, que en aquel momento solo impedía otorgar un pasaporte a quien tuviera causas abiertas en Uruguay. El 31 de octubre, casi un mes antes de la entrega del pasaporte, el Consulado emitió una nota al Departamento de Justicia de Abu Dhabi para informar que Uruguay había autorizado iniciar el trámite para dar el pasaporte a Marset.
Esta nota fue clave en su liberación del 28 de diciembre, según manifestó el propio embajador Álvaro Ceriani en la investigación de Cancillería, ya que la nota se menciona en la sentencia dictada por la Justicia emiratí y los abogados la usaron para intentar demostrar que no se trataba de un preso de relevancia.
Desde que Marset fue enviado a prisión, sus abogados insistieron con que Cancillería enviara esta nota a las autoridades emiratíes. El 20 de octubre el Consulado hace referencia al tema en un correo electrónico a la Dirección de Asuntos Consulares y también Prado de manera particular en un mensaje de WhatsApp a Fernando Pereda, integrante del Departamento de Documentación de Viaje de Cancillería: “Lo calmé tanto a la persona que está presa como a su hermano porque lo quieren ya. Ahora me va a llamar otro abogado de ellos en Uruguay porque dice me va a mandar los antecedentes penales“, le explica, de acuerdo a la nota de Búsqueda.
Otro mensaje de Prado a Pereda, este del 18 de noviembre, señala: “Lo vimos con el embajador al caso, porque Balbi nos está escribiendo bastante seguido, poniendo bastante presión para que se le entregue el pasaporte lo antes posible. Pero no veíamos el apuro de que una persona con esos antecedentes lo tuviera ya ya ya, el pasaporte. Le quería dar una respuesta a Balbi, un poco diciéndole si lo íbamos a tramitar ahora o no, porque es lo que pregunta él. Pero quería hablarlo con ustedes primero y aguardar sus instrucciones. Si ustedes nos dicen que lo empecemos a tramitar ya, bueno empezamos“.
Ese mismo día, el Departamento de Documentación de Viaje informa al Consulado en Emiratos Árabes Unidos que no existen impedimentos legales para poder iniciarle a Marset la solicitud de su pasaporte común, por lo tanto, ordena tomarle foto, firma y huellas.
En la madrugada del 24 de noviembre, la excónsul le manda el mensaje a Balbi en el que le informó que había resuelto el “problemita” que impedía iniciar el procedimiento en el sistema informático. El 25 de noviembre el pasaporte se imprime. Horas después, Balbi envía un audio de WhatsApp a Prado informándole que el documento no pudo ser enviado por valija diplomática y será llevado a Emiratos Árabes Unidos por un tercero con autorización expresa de Marset. El 30 de noviembre el Consulado recoge la firma del narco en una carta poder y en Montevideo el Departamento de Documentación de Viaje le entrega el pasaporte a Carlos Balbi, hermano del abogado.
Sebastián Marset, narco y asesino
Desde el diario El País de Madrid se informó, el 21 de julio de 2023, en nota del colega Gabriel Díaz Campanella, que Marset figuraba como presunto líder de una red dedicada al narcotráfico en Paraguay y su nombre aparece asociado al asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, ocurrido en Colombia en mayo de 2022.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, lo señaló sin ambages como autor de ese homicidio, en un tuit publicado el 12 agosto del año pasado. “La investigación sobre el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci cometido por el narcotraficante uruguayo Marset en territorio colombiano demuestra que hace mucho el narco dejó de ser un problema bilateral colombo estadounidense, y es hoy un problema americano y mundial“, escribía Petro.

Mientras Colombia intenta identificar a los responsables intelectuales de este crimen, Paraguay sigue las pistas que puedan dar con el paradero de Marset, prófugo de la justicia tras obtener el pasaporte uruguayo en una cárcel de Dubai.
En Uruguay, en aquél momento, la Fiscalía llevaba adelante una investigación penal para dilucidar cómo fue posible que Marset obtuviera el pasaporte en esas circunstancias (recordemos que en agosto, esa causa tendrá como indagados a los jerarcas de los ministerios de Interior y Exteriores, además de otras 11 personas involucradas en la emisión del documento).
Con pasaporte en mano, Marset recuperó la libertad en febrero de 2022. Logró burlar hasta ahora la orden de captura internacional que emitió un mes después Interpol Paraguay, cuando ya no se conocía su paradero.
El gobierno uruguayo trató de tapar el sol con un dedo… y se está quemando la mano
Este miércoles se supo que el gobierno intentó ocultar pruebas a la Justicia. ¿Cuáles? Mensajes intercambiados entre los subsecretarios de Interior y de Exteriores, Guillermo Maciel y Carolina Ache, en medio del escándalo por la entrega del pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset. Además, Roberto Lafluf, asesor de comunicación del presidente Lacalle Pou, destruyó un acta notarial incorporada en un expediente de Cancillería.
En un extenso informe de Guillermo Draper para el semanario Búsqueda, se confirma este extremo, dando cuenta que se intentó ocultar mensajes que intercambiaron los subsecretarios de Interior y de Exteriores, Guillermo Maciel y Carolina Ache.


Roberto Lafluf, asesor del presidente, dijo que destruyó un acta notarial incorporada en un expediente de Cancillería que contenía los whatsapps y le pidió a la entonces subsecretaria Ache que consiguiera una escribana que certificara que su celular no tenía esos mensajes; Maciel borró el chat y le comentó a ella que si hacía lo mismo no podría recuperarse, mientras que Bustillo le sugirió que “perdiera” su teléfono; todo de acuerdo a información que Ache brindó en Fiscalía.

Guillermo Maciel (subsecretario de Interior), es “un tarado“, pero no tanto como para dar cierta información que reclamaba la Justicia. Si lo hace, “se incrimina solo“, porque tuvo una responsabilidad “superlativa” en el tema, según razonó el canciller Francisco Bustillo. Intentaba así convencer a la subsecretaria Carolina Ache de que no entregara los mensajes que había intercambiado con Maciel sobre el narcotraficante Sebastián Marset.
Todos los eventos quedaron registrados en grabaciones de llamadas telefónicas que tomó Ache en esas fechas, intercambios de WhatsApp y otros documentos oficiales analizados por Búsqueda.
La mayor parte de ese material fue presentado por la exsubsecretaria este miércoles ante el fiscal especializado en Delitos Económicos y Complejos, Alejandro Machado, que investiga la entrega del pasaporte a Marset.
A la salida de la fiscalía, acompañada de su abogado Jorge Díaz, Ache declaró que renunció a su cargo, pero no “paradójicamente“, por haber hecho algo “incorrecto” o “ilegal“. “Todo lo contrario, fue por no haber estado dispuesta a ocultarle comunicaciones a la Justicia y por haberme negado a cometer un delito“, agregó.
En su momento, el Poder Ejecutivo defendió el procedimiento seguido por sus funcionarios, y aseguró que al tiempo de expedir el pasaporte “nadie sabía” que Marset era un narco, ni que hubiera en el país una investigación abierta en su contra.
Sin embargo, a nivel parlamentario se informó que cuando el narcotraficante estaba preso, Maciel había consultado en dos ocasiones a Ache sobre la situación del criminal.
Todo derivó en que se iniciara una investigación sobre el procedimiento, y mientras que la instructora que desarrollaba la investigación administrativa en Cancillería por la entrega del pasaporte le pedía a Ache que entregara los mensajes de WhatsApp, en privado Bustillo le planteaba lo contrario. Ante esa insistencia de su jefe, ella decidió grabar las llamadas que recibía, según da cuenta el informe de Búsqueda.
“Era una presión enorme, porque el ministro me estaba pidiendo lo contrario que lo que me pedía formalmente la Cancillería“, dijo Ache.
Búsqueda informa que accedió a tres fragmentos de conversaciones telefónicas entre ambos que tuvieron lugar el 14 de noviembre, cinco días después del fallo judicial.
-“Contame -dice Bustillo.
-Ya tengo todo casi preparado para mañana, para presentar. Y ta -responde Ache.
-Aguantá. Aguantá a ver si podemos enderezar esto porque es un desastre. Dejame que hable con (el encargado de la Dirección de Asuntos Jurídicos) Carlos Mata a ver si él tiene algún tipo de influencia sobre la tipa, que por lo menos, viste, no guaranguee con las preguntas. Vos me dijiste que te mandó dos mails, que mande un tercero y que no sea tan incisivo, no sé. Que nos dé una salida para evitar dar los whatsapps. ¿Eh?
-Yo creo que no hay manera de sacar esos whatsapps.
-Bueno, por eso, por eso te digo. Busquemos la vuelta, viste, para que no tengas que mandar eso. Porque ahí te dejan repegada al cuete, al cuete.
-Más al Ministerio del Interior, me parece.
-Totalmente. Totalmente. Totalmente. Pero por eso, dejame hablar con Mata a ver si hay algún tipo de forma para que él pueda hablar con la tipa e incidir para que, bueno, ta. Te pidió dos veces y, bueno, no sé, que le busque la vuelta, que te lo pida por tercera y con una salida, ¿viste? Que te pida, no sé, no sé, se me ocurre a mí, las comunicaciones, así en forma genérica y que ahí te haga una salida. No sé.
-Claro, pero después, esto mismo me lo va a pedir la Fiscalía.
-Está bien, pero eso es otro cantar. Acá hay que ir ganando tiempo y llevándola y llevándola.
En otro audio presentado por Ache en Fiscalía, el canciller sugiere una solución para que su subalterna no tenga que cumplir con la solicitud de la Justicia.
-Que se mande al frente Maciel, vos perdé el celular. Estoy imaginando, viste, escenarios que no conozco, honestamente no conozco. Pero en diciembre o enero se te perdió el celular… Pero ahora vamos sorteando, hay que ir sorteando, ¿viste? Esto es paso a paso, ¿viste?”
Otro tema fue la desaparición de un sobre protocolizado que Ache había entregado.
El 25 de noviembre de 2022, a las 13:58, Ache recibió mensajes de WhatsApp desde un celular que no tenía agendado.
-“Hola Caro. Cómo estás. Me pide el presidente tener contigo y Maciel ahora a las 3 una reunión acá en el 11. Sería conveniente ingresar por el garage”.
El mensaje provenía de Roberto Lafluf, asesor de comunicación del presidente Lacalle Pou
Según detalla Búsqueda, Ache siguió las instrucciones y concurrió a la reunión en el piso 11 de la Torre Ejecutiva, donde están los despachos del presidente Lacalle Pou y su equipo. El centro de la conversación fueron los whatsapps. De acuerdo con la versión de Ache, Lafluf le pide que borre los mensajes y aceptó. Maciel también los eliminó de su celular. Según dijo en Fiscalía, le pidieron algo más: “que consiga otro escribano y que haga un protocolo con lo que aparecía ahí sin esos mensajes”.
Después de que se fue de la Presidencia, sin haber aceptado el pedido, Maciel llamó a Ache y le dijo que le había mandado un mensaje desde otro teléfono. Esta vez la comunicación llegó desde el celular de la hija del subsecretario del Interior. El sábado 26 de noviembre, Ache le escribió a Lafluf para preguntarle si podía hablar por teléfono. Su decisión final estaba tomada: no iba a ir con otro escribano para protocolizar el contenido de su celular sin los mensajes con Maciel. Le dijo que no porque lo que le estaba pidiendo “era un delito” y ella no iba a cometerlo, según declaró en Fiscalía. Ante esto, Lafluf le respondió que tenía que hablar con Lacalle Pou sobre este tema y que la volvería a contactar. Al rato la llamó para decirle que presentara “todo como está” y que lleve de vuelta la documentación a Cancillería. Ache le preguntó por qué si ya había dado la información tenía que reiterar la entrega del protocolo de su escribana y el asesor del presidente le respondió: “Porque no está más, porque lo destruí”.
“¿Cómo llegó el protocolo desde el despacho del ministro a las manos de él (Lafluf)?“, se preguntó Ache en Fiscalía. Y respondió: “Desconozco. Y no sé si fue así o no, eso fue lo que me dijo“.
Todos ya sabemos las primeras consecuencias que arroja esta trama. El ahora exministro de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo, renunció. El designado como ministro interino, Diego Escuder, hasta el momento Director General en secretaría del ministerio, estuvo presente en la reunión preparatoria de la interpelación donde se habló de ocultar los mensajes de WhatsApp que terminaron precipitando la caída de Bustillo, según declaró en Fiscalía la ex subsecretaria Ache. El presidente Lacalle Pou, de visita oficial en Estados Unidos, volvería este sábado. La oposición trata de aprovechar este tremendo traspié para solicitar la destitución de Luis Alberto Heber, ministro del Interior, y de Roberto Lafluf, asesor en comunicación del presidente, esgrimiendo “faltas graves” y “una herida grave a la institucionalidad”.
Sin lugar a dudas este hecho golpea a la coalición de gobierno en su línea de flotación: el líder de Cabildo Abierto (el socio más díscolo) Manini Ríos, cree que Lafluf “no pudo haber actuado por cuenta propia” y que Lacalle estaba al tanto. Consideró como “muy graves” los hechos desencadenados en la jornada de ayer y entiende que “no se arreglan con la renuncia del canciller Bustillo”
Marcó distancias y señaló que desde su punto de vista el nudo central es “llegar a saber por qué se dio un pasaporte en esa forma exprés y por qué se buscó ocultar cierta información a la Justicia”.
Fue más allá y expresó su convencimiento de que Heber y Maciel, ministro y subsecretario de Interior, “van a tener que renunciar en estas próximas horas“.
Dijo que siempre el superior es responsable, y que en este caso hay responsabilidades claras y “no puede terminar en el decapite de un funcionario de segundo orden“.
Manini manifestó esperaba “la llamada del presidente” para que le diera explicaciones, “pero esa llamada no ocurrió“.
Dijo querer “explicaciones del propio presidente porque indudablemente que el asesor en imagen de Presidencia, que actúa en el mismo piso 11 que el presidente, para mí, sin tener mayor información, no pudo haber actuado por motu proprio, no pudo haber actuado por cuenta propia, de ser cierto todo lo que dijo ayer la señora Ache en Fiscalía“.
Consultado sobre si cree que Lacalle Pou sabía lo que hacía Lafluf, Manini respondió: “Tengo todo para pensar que sí. No tiene mucho sentido que el asesor en imagen del presidente convoque a una reunión a pocos metros del despacho del presidente sin que este lo sepa. Digo yo que hay elementos para pensar que esto fue así“.
“El superior siempre es responsable, por acción o por omisión. El presidente ya debería estar acá en Uruguay porque el tema es muy grave“, resumió.
Mientras esto sucede en nuestro país, el asesor presidencial, Roberto Lafluf, en medio de esta crisis viajó a Río de Janeiro para presenciar la final de la Copa Libertadores de América que se jugará este sábado.