ENSAYO
Por Jacques Fauquex
Más viral que el COVID fue la comunicación oficial repetida hasta el aturdimiento. Fuimos intoxicados más por las orejas que por la nariz. Había que asustarse en función de cifras de muertos, abandonar la propia vida y aceptar el purgatorio que llamaban “Nueva normalidad”.
Fue la ocasión de comprobar que la inmediatez del miedo es más potente que la reflexión analítica, que requiere tiempo de estudio. Aún ahora que se demostró el contrasentido de las medidas impuestas, preferimos ignorar. ¡Qué difícil estudiar, pensar y aprender para no repetir los mismos errores! ¿Cómo convencer que el simplísimo mensaje de que la vacuna nos salvará es falso? La comunicación sobre la vacuna COVID logró crear algún tipo de fe, en el sentido irracional de la misma.
Antes de dar libre curso a pensamientos sobre lo que pasó y cómo evitar que se repita, expongo entonces unas ideas de sentido común, todas comprobadas, para despejarnos del absurdo que nos intoxicó estos últimos años.
- Los países que salieron menos afectados por la pandemia fueron aquellos en que se cuidaba a los pacientes. Los conocimientos y medicamentos tradicionales eran suficientes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el occidente en general, se destacaron por forzar sus políticas al opuesto de esta práctica (ensayo clínico de drogas nuevas a escala mundial, aislamiento y eutanasia).
- La cantidad de muertos es siempre estrictamente equivalente a la cantidad de nacidos. El dato más significativo de una epidemia mortal es la disminución del promedio de esperanza de vida. La misma ha disminuido en todos los países que inyectaron los productos a base de ARNm (los peores son probablemente los EEUU), pero no cambió significativamente en los países en que casi no se vacunó (por ejemplo África).
- En toda la historia, nunca se logró ninguna vacuna contra infecciones virales respiratorias, porque estos virus mutan demasiado rápidamente.
- Antes de la inyección de Pfizer, ningún producto a base de ARNm, ni siquiera en el rubro veterinario, ha llegado a la fase de comercialización.
- La metodología del ensayo clínico, con sus fases que llevan años, está diseñada para minimizar la cantidad de afectados por efectos no previstos durante el desarrollo de la droga. Se distorcionó tal metodología transformándola en una mera obligación administrativa, en la cual el formalismo podía ser abreviado en base a un arbitrario criterio de urgencia. Como resultado, el riesgo fue universalmente compartido.
- La mercadotecnia del COVID permitió la firma de contratos de volumen nunca vistos antes, generando beneficios y aumentos de fortuna de los más ricos imposibles con cualquier otro producto. La pandemia fue fuente de riqueza gigantesca para los accionistas de farmacéuticas con gran influencia sobre quienes decidieron medidas de excepción.
- A las farmacéuticas, les interesó muchísimo inyectar a las embarazadas y a los niños lo más chicos posibles (población sin riesgo frente al COVID-19). En particular, les interesó los efectos sobre la función reproductiva. ¿Sorprende, no? …se suponía que se trataba de una infección respiratoria y que el principio activo no iba a escaparse del lugar de inyección…
- A los dirigentes de las farmacéuticas les interesa más la plataforma tecnológica ARNm que la solución al COVID (que NO se logró por medio de la vacuna). Empezaron inmediatamente a desarrollar productos de la misma tecnología para el cáncer y otras enfermedades con incidencia creciente en relación a la edad. Para ellos, el mayor beneficio del negocio COVID, de valor altamente superior a todas los subsidios recibidos y beneficios realizados, es la validación de la plataforma por la FDA y la aceptación por la misma de “ensayos” abreviados para los próximos desarrollos.
- el ARNm, especialmente en las células del cerebro, puede convertirse en ADN.
Repasar estas ideas ya hizo subir la adrenalina a mi cerebro, manifestándose de forma primaria por un enojo, como si el mundo de antes fuera mejor y que algo se rompió.
Pero yo podría estar equivocado. Podría ser que se tratara de una manifestación de inteligencia colectiva, que algunos genios olfatearan que la sobrevivencia de la raza, o de una parte de la misma, pasará por estos ensayos universales, hasta que se dominará la tecnología genética a niveles impensados hasta ahora. Puede ser que la selección natural conduzca al fin de la raza humana pero que esta esté encontrando formas de reprogramarse para superar los límites naturales… Estaríamos entrando en la era de la meta biología. No sé a usted, pero a mí no me atrae esa perspectiva. Prefiero pensar cómo seguir viviendo en el mundo de nuestros padres, con la misma genética.
Durante estos tiempos de excepción, la ética ha cambiado, o, mejor dicho, ha sido relegada al rubro de las ciencias históricas. El objetivo de la gente al mando de la OMS y de los países occidentales fue monolítico:
- La vacuna para todos, con publicidad engañosa como lo son las publicidades en general.
- Y para consolidar, medidas coercitivas de orden económico y de restricción de libertad de actividad y acceso.
¿Qué pasó con los debates filosóficos de estas últimas décadas sobre las manipulaciones genéticas, sobre las armas biológicas?
- Se habló más de genética cuando los escoceses clonaron la oveja Dolly que cuando modificamos la producción de proteínas de las células de la población mundial.
- Se sigue negando el origen del COVID-19 siendo resultado de la investigación para el desarrollo de armas biológicas (gain of function).
- Luego del periodo de pandemia, se siguen autorizando nuevos estudios de “gain of function”, por ejemplo, en Inglaterra. Los tratados internacionales al respecto no son respetados, estas armas estarán disponibles en el futuro.
- Todos advierten que el COVID-19 fue la ocasión para prepararse para las pandemias más mortales a venir.
La ética, como ciencia en busca de distinción entre bien y mal, desapareció. Fue reemplazada por estrategias de sobrevivencia no vinculadas a ninguna teleología. Nos proponen someterse a los dueños de la tecnología genética o morir. El COVID-19 marca el inicio de esta nueva era. Se quiso demostrar que, gracias a la vacunación, el humano no iba a sufrir consecuencias graves cuando se difundiera la pandemia.
Salvo… salvo que este gran ensayo fue un fracaso rotundo:
los no vacunados sufrieron menos consecuencias.
La vacuna, salvo excepciones, no protegió ni al prójimo ni a uno mismo, sino que fue hasta facilitadora de la propagación del virus y sigue generando efectos secundarios muy graves, inclusive mortales.
Así que este futuro de sobrevivencia sometida a la tecnología genética todavía no llegó. A nosotros, los aficionados y nostálgicos de la ética, nos queda algo de tiempo para reflexionar y hacer nuestros propios ensayos de acción política en contra de esta revolución. Someterse ciegamente sería una renuncia a quienes fuimos y todavía somos. No estamos listos para eso. Preferimos la resistencia en nombre de los valores del pasado.
Hay lugar para este nuevo rumbo político, basados en ideología que trasciende las divisiones de los partidos tradicionales. No se trata de oponer liberalismo a comunismo, ni ecología a producción. Se trata de preferir la libertad de actividad y acceso a las obligaciones y restricciones supuestamente para no morir. Basta con la plataforma ARNm, basta con ser conejillo de Indias sin saberlo, basta con las políticas de aislamiento. Queremos estar físicamente juntos en las buenas y en las malas. No nos importa morir, sea tarde o temprano, luego de vivir felizmente con los nuestros. No queremos sufrir otra vez estas medidas tan dañinas para el desarrollo de los jóvenes como las que recién padecimos.
A nivel político implica reconocer muchos errores en este último período:
- las decisiones de unos pocos y el secretismo en materia de contratos con empresas extranjeras más poderosas que el Estado.
- La ineptitud de la ciencia uruguaya para evaluar por sí misma los beneficios y riesgos de una terapia nueva.
- El abandono de la soberanía uruguaya frente a la OMS.
- La prepotencia inmediata del Ejecutivo sobre la Justicia (caso del Juez Recarey y protección de los menores frente a riesgos de efectos secundarios de las vacunas injustificablemente minimizados por el Ministerio de Salud Pública).
Por otra parte, es urgente rever la membresía en la OMS. La OMS está financiada a 80% por inversores y farmacéuticas, e influenciada por ellos más que por los países miembros. Fue el gran “influencer” en favor de las vacunas COVID, máscaras, código QR etc. Intentó repetir la jugosa operación con una presunta pandemia de “viruela del mono”.
Ahora la OMS está modificando sus artículos regulatorios ( https://apps.who.int/gb/wgihr/pdf_files/wgihr1/WGIHR_Compilation-en.pdf ) para obligar los estados a aplicar sus “recomendaciones” (distorsión semántica), esencialmente obligar a consumir toda tecnología y saber hacer prescritos en caso de pandemia o presunta pandemia. Se están organizando los canales de distribución y la venta forzada. Todo eso se puede leer desde el artículo 1 versión nueva que agrega al abanico de productos regulados “therapeutics”, vacunas, equipos médicos, equipos de protección personal, diagnóstico, productos asistenciales, terapias celular y genética y otras tecnologías de la salud (saber hacer, habilidades, productos de salud, procedimientos, bases de datos y sistemas desarrollados para solucionar un problema de salud y mejorar la calidad de vida, incluyendo desarrollo, fabricación, uso). Parece un tratado de proteccionismo comercial de Bill Gates. Pero va más lejos en el mismo párrafo cuando revisa las definiciones de “standing recommendation” y “temporary recommendation”. Antes el significado era “non binding advice issued by WHO” (disposición NO jurídicamente vinculante por parte de la OMS). En la nueva formulación desaparece “non binding” (NO jurídicamente vinculante). ¿Es decir que las recomendaciones se hacen obligatorias?
También agregan a sus prerrogativas, el poder de definir la verdad. (articulo 44.2.e): “WHO shall collaborate … in: … (e)(New) countering the dissemination of false and unreliable information about public health events, preventive and anti-epidemic measures and activities in the media, social networks and other ways of disseminating such information” (La OMS colaborará … en: (e)(nuevo) contrarrestar la diseminación de información falsa y no fidedigna sobre acontecimientos de salud pública, medidas preventivas y anti-epidémicas y actividades en los medios de comunicación, redes sociales y otras formas de propagar tal información). Ya los vimos en acción contra el juez Recarrey.
Para ilustrar lo que significa esta pretensión a ser depositarios de la verdad, amplio el ejemplo de la pandemia de viruela del mono. El año pasado, practicas orgiacas entre hombres en Bélgica (rave party), Islas Canarias (Gay Pride), un sauna de Madrid y en Berlín dieron lugar a la transmisión de la viruela del mono entre humanos. Ver por ejemplo el relato Associated Press ( AP https://apnews.com/article/monkeypox-explained-health-72a9efaaf5b55ace396398b839847505 ). La OMS intentó lanzar el eslógan de una nueva pandemia. Por suerte, no logró imponerse como “tendencia” de las redes sociales por mucho tiempo. Pero el relato que todavía subsiste en la página web de la OMS ( https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/monkeypox) es muy diferente al relato de la AP. Habla de etiología, de eficacia de la vacunación etc. La página se hace interesante cuando trata de la transmisión entre humanos:”La transmisión de persona a persona puede producirse por contacto estrecho con secreciones de las vías respiratorias o lesiones cutáneas de una persona infectada, o con objetos contaminados recientemente. La transmisión a través de gotículas respiratorias suele requerir un contacto cara a cara prolongado, lo que aumenta el riesgo para los profesionales de la salud, los miembros del hogar y otros contactos estrechos de casos activos. Sin embargo, la cadena de transmisión documentada más larga en una comunidad ha aumentado en los últimos años de seis a nueve infecciones sucesivas de persona a persona. Esto puede ser un reflejo de la disminución de la inmunidad en todas las comunidades debido al cese de la vacunación contra la viruela. La transmisión también puede producirse a través de la placenta de la madre al feto (lo que puede generar casos de viruela símica congénita) o por contacto estrecho durante y después del nacimiento. Si bien el contacto físico estrecho es un factor de riesgo bien conocido para la transmisión, no está claro en este momento si la viruela símica puede transmitirse específicamente a través de las vías de transmisión sexual. Se necesitan estudios para comprender mejor este riesgo.”
¿Les recuerda algo las “gotículas”? Estuvimos ahí de imponer nuevamente la máscara a todos los niños del mundo por miedo a una pseudo pandemia declarada por la OMS, cuando de hecho el fenómeno iniciador era meramente unas fiestas sexuales entre hombres. ¿Leyeron entre linea del articulo de la OMS la falta de claridad sobre la transmisión homosexual masculina?… ¿Cuando y cómo harán los estudios que les falta para pronunciarse?
Con la nueva reglamentación de la OMS, la misma podrá imponer su relato y ventas de profilácticos correspondientes y contrarrestar cualquier otra teoría menos ansiógena, calificándola de falsa, fuese la de la AP. Así de sencillo y peligroso.
Si queremos seguir con la libertad de vacunar o no, de elegir el producto tradicional chino o la nueva tecnología experimental, urge revaluar la regulación de la OMS y decidir en favor de retirarnos de este mercado ahora jurídicamente vinculante dónde no tenemos nada para ganar. Tal objetivo sería el diferencial de un nuevo movimiento popular uruguayo, para orientar el diálogo con los partidos tradicionales o formar un nuevo partido.
La coalición en el poder en Uruguay aceptó el apoyo de la OMS para reprimir al juez Recarey. El Frente Amplio acompañó a la coalición. Con estos antecedentes, para la próxima elección, será sumamente difícil transformar la propuesta de la salida del Uruguay de la OMS como tema clave de la campaña. Pero creo que tenemos los genes adecuados para intentarlo. Se tratará de reavivar la convicción de los Treinta y Tres Orientales: “Libertad o Muerte”. Amamos la libertad, no tememos la muerte.