CONTRARRELATO

El Gobernador Ron De Santis (Florida) es el primer oficial importante en declarar que está abriendo juicio penal a los responsables de los actos criminales cometidos por bajo el paraguas de la “pandemia de Covid 19”

Por Salvador Gómez

En una movida política que es sin duda la más importante hasta ahora desde el lado opositor al oficialismo Covid desde que comenzó la “pandemia”, Ron de Santis, Gobernador del Estado de Florida (EEUU), acaba de anunciar que se propone investigar judicialmente “todos y cada uno de los delitos” cometidos por las burocracias sanitarias y compañías farmacéuticas bajo su jurisdicción, en relación a las vacunas Covid 19.

De Santis hizo el importante anuncio frente a la Mesa Redonda del Public Health Integrity Committee, una actividad zoom poblada con un gran número de médicos de todo el Estado que apoyan esta iniciativa. Los anuncios de De Santis incluyen, también, una acción resuelta contra el control ejercido por las autoridades federales sanitarias, a las que acusó duramente.

Esto es lo sustancial de sus declaraciones:

Hoy estoy anunciando una petición puesta ante la Suprema Corte del Estado de Florida, para crear a nivel de todo el Estado un Gran Jurado, cuya función sea investigar todos y cada uno de los delitos, en Florida, vinculados a las vacunas Covid19. […] En Florida es contrario a la Ley engañar y representar falsamente los hechos, en especial cuando uno está hablando de un medicamento. Hemos visto hace poco que Florida obtuvo 3.2 miles de millones luego de acciones legales contra aquellos responsables por la crisis de los opioides, de modo que esto no es algo sin precedentes“.

La iniciativa “incluirá procesos legales que nos permitan obtener la información para poder hacer responsables ante la ley a quienes hayan incurrido en inconductas. Obtendremos la información, ya sea que nos la quieran proporcionar o no.”

De Santis, en un duro ataque a la burocracia sanitaria que es responsable principal por las políticas Covid, y en intento de apretar el control a las compañías farmacéuticas en su Estado, dijo en la misma reunión: 

Y finalmente… en los últimos años hemos presenciado la bancarrota del establishment de la salud pública, hemos visto mucho partidarismo ridículo. Nunca olvidaré que luego de acosar a la gente en abril 2020 diciéndole “usted no puede salir de su casa” -y estaban furiosos porque aquí en Florida la gente iba a la playa y jugaba al golf y demás-, y si usted salía de su casa usted era poco menos que una mala persona…resulta que todo eso duró hasta que aparecieron las protestas por George Floyd. Y ahí uno tenía cantidades inmensas de gente reuniéndose para protestar. Y esta misma gente de la salud pública escribió una carta que firmaron cientos, quizá miles de ellos, que decía “si, pensamos que normalmente usted no debería salir de su casa, pero apoyamos la protesta”. Y básicamente afirmaban que era importante que la gente saliera, incluso en grupos grandes, y manifestase. Y a continuación decían en la carta que eso no significaba que ellos apoyasen protestas por otras cosas, como por ejemplo de gente que quisiese manifestarse contra los encierros.
Ahora, si esto no les arrancó las máscaras, y no mostró como todo no es más que una inmensa farsa política, ya no sé qué esperar que lo haga. Pero la realidad es, incluso si esto fue en mayo o junio de 2020, creo que seguimos viendo gente en este establishment y esta burocracia comportarse de maneras que despilfarran totalmente cualquier forma de confianza o buena voluntad que el pueblo pudiera tener. A esta altura, ante cualquier cosa que publique el CDC uno simplemente asume que no vale ni el papel en el que está impreso. No está aportando a ninguna función útil. Sólo sirve para promover narrativas, en lugar de hacer medicina basada en evidencia. […]

Ante todo esto, De Santis hizo un nuevo importante anuncio: “Estamos creando el Comité de Integridad de la Salud Pública, un comité de expertos investigadores que estará en condiciones de evaluar recomendaciones y guías relativas al cuidado de la salud pública. Y en especial, capaz de ofrecer evaluaciones críticas de lo que las burocracias como el CDC, la FDA y el NIH están haciendo.” 

Según lo que ya ha trascendido, el Comité estaría integrado por dos de los investigadores que firmaron la Declaración de Great Barrington (Dres. Jay Battacharya, de Stanford, y Martin Kulldorf, de Stanford, junto al Dr. Brett Weinstein (Dark Horse Podcast) y otros).

La carta a que se refiere De Santis fue ampliamente publicitada en el mes de junio de 2020, cuando el Partido Demócrata, entonces en la oposición, usó las protestas por la muerte de George Floyd como un trampolín para crear caos en el país. Muchas ciudades sufrieron entonces intensas manifestaciones, se tiraron abajo estatuas, se incendió y violó mucha propiedad privada, en general bajo el beneplácito de la policía, que se limitaba a observar.

La iniciativa de la carta surgió de la División de Alergias y Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Washington -financiada por Bill Gates-, y decía, entre otros párrafos admirables, lo siguiente:

Creamos la carta en respuesta a las narrativas emergentes que parecían difamar las manifestaciones como arriesgadas para la salud pública a causa de Covid-19. En su lugar, queríamos presentar una narrativa que priorizara la oposición al racismo como vital para la salud pública, incluida la respuesta a la epidemia. Creemos que el camino a seguir no es reprimir las protestas en nombre de la salud pública, sino responder a las demandas de los manifestantes en nombre de la salud pública, abordando así múltiples crisis de salud pública..

La carta se centra en orientaciones sanitarias para los manifestantes y las fuerzas del orden, como llevar máscaras, abogar por no mantener cerca a las personas detenidas y oponerse al uso de gases lacrimógenos por motivos de salud.

Permanecer en casa, el distanciamiento social y el enmascaramiento público son eficaces para minimizar la propagación del COVID-19. En la medida de lo posible, apoyamos la aplicación de estas buenas prácticas de salud pública durante las manifestaciones que llaman la atención sobre la omnipresente fuerza letal de la supremacía blanca. Sin embargo, como defensores de la salud pública, no condenamos estas concentraciones como un riesgo para la transmisión del COVID-19. Las apoyamos como vitales para la seguridad nacional. Las apoyamos como vitales para la salud pública nacional y para la salud amenazada específicamente de la población negra en Estados Unidos. Podemos mostrar ese apoyo facilitando las prácticas de protesta más seguras sin menoscabar la capacidad de los manifestantes para reunirse y exigir cambios. Esto no debe confundirse con una postura permisiva con todas las concentraciones, en particular con las protestas contra las órdenes de permanecer en casa.

Esta jerigonza que agrede a la lógica y el sentido común en cada párrafo parece ser el modus operandi del progresismo woke cada vez que se propone expresar algo que se parece a una idea, pero que en realidad es una arenga, y el intento de generar miedo y sumisión al bloquear la racionalidad y exacerbar la pertenencia hasta el paroxismo.

La carta, en general, era casi un manual de como incitar a las manifestaciones y los desbordes negando que el Covid fuese lo suficientemente importante como para concurrir a ellas, al mismo tiempo que se usaba la pandemia para impedir a las fuerzas del orden cualquier acto de represión. La carta proclamaba querer lo siguiente:

* “No disuolver las protestas bajo el pretexto de mantener la salud pública para las restricciones de COVID-19.

* Abogar por que los manifestantes no sean detenidos ni retenidos en espacios confinados, incluidas cárceles o furgones policiales, que son algunas de las zonas de mayor riesgo de transmisión de COVID-19.

* Oponerse a cualquier uso de gas lacrimógeno, humo u otros irritantes respiratorios, que podrían aumentar el riesgo de COVID-19 al hacer que el tracto respiratorio sea más susceptible a la infección, exacerbar la inflamación existente e inducir la tos.

* Exigir que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley también respeten las recomendaciones de prevención de infecciones manteniendo la distancia con los manifestantes y utilizando mascarillas.

* Rechazar el mensaje de que los rostros cubiertos están motivados por la ocultación y, en su lugar, celebrar los rostros cubiertos como protección de la salud pública en el contexto de la COVID-19.

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Puede argumentarse que la movida de De Santis es la más importante de varias que vienen ocurriendo en la situación legal de varios actores importantes de la operación Covid. En Canadá un grupo exigió del gobierno los hechos científicos que respaldasen ls mandatos, poniendo de manifiesto que estos no existen. En Inglaterra, el Panel Supervisor de la INdustria Farmacéutica ha declarado que Albert Bourla, CEO de Pfizer, engañ´cuando habló de que había peligro para los niños de contraer Covid. En Costa Rica un tribunal convirtió en No Obligatoria la vacunación; en Argentina un juez suspendió la vacunación a menores; en Uruguay -en una decisión apelada por el estado y revertida- un juez suspendió también la vacunación a menores. En India existen distintas causas abiertas contra … En Suiza, … acaba de denunciar penalmente a … por haber mentido a la población diciendo qie el Pasaporte Verde era necesario porque garantizaba que quien lo portase no era contagioso. Etc. 

La inciativa ya ha recibido algunas críticas de alto perfil que parecen revelar que el lado del miedo y la censura se ha puesto en alerta. He aquí lo que tuiteó Renée Di Resta, la gerenta de Investigación del Observatorio de Internet de Stanford, uno de los principales centros que crean y aplican las estrategias de censura en el ámbito digital. Si quiere saber quién es Di Resta y cuál es su filosofía, en esta misma edición puede verlo aquí.

La furia de los censores se desata en ironía. “Acuérdese de los tiempos en que Robert F. Kennedy Jr & Andy Wakefield -el fraude que jodió a los niños mintiendo que el anticuerpo de la vacuna triple causaba autismo- pensaban que Trump iba a nombrar a RFK como jefe de un comité de “seguridad de vacunas”; murió porque hasta Trump se dio cuenta de que era una estupidez. Pero ahora FL hace esto.
MARTIN KULLDORF: “El Gobernador de Florida Ron de Santis está armando un Comité de Integridad de la Salud Pública basado en evidencia, dado que ya no podemos confiar en el CDC. Me honra servir en él junto a Dr. J Battacharya, Tracy Beth Hoeg, Stabell Benn, Bret Weinstein, Joseph Fraiman, et. al.