UCRANIA

Por Salvador Gómez

Sobre el cierre de esta edición, el día 4 de junio, finalmente la anunciada ofensiva o contraofensiva ucraniana ha comenzado. 

Solo una semana antes de esta movida ucraniana, había sobrevenido una serie de reveses para las ambiciones de Occidente y Ucrania en la guerra: no solo el desastre -en hombres y equipo- de la pérdida de Bajmut, sino también, luego de ineficaces ataques -de impacto propagandístico- con pequeños drones sobre la población civil en Moscú, propiciados y planificados por Inglaterra, vinieron los golpes directos que los rusos propinaron a los centros de comando y control, especialmente en Kiev. 

Como consecuencia, además de la destrucción parcial de los sistemas antiaéreos “Patriot” norteamericanos en la capital, es probable que no solo el comandante ucraniano Zaluzhny esté gravemente herido, sino que es un fuerte rumor que el jefe de la inteligencia ucraniana Kyrylo Budanov -desaparecido hace días- haya resultado víctima del ataque sobre el control general de la inteligencia ucraniana, cuyo bunker subterráneo fue alcanzado por misiles rusos a fines de mayo. Se verá si esto es solo un rumor, o se confirma con el tiempo. Por el momento Budanov, presencia habitual en los medios, no ha reaparecido.

La situación afecta la presentación de la guerra que viene realizando Occidente a través de su control de agencias de noticias y grandes medios. Larry Johnson, veterano oficial de contraterrorismo del Departamento de Estado y la CIA, observa que “Occidente está desesperado por evitar cualquier discusión o revisión significativa de la Batalla de Bajmut porque fue una pérdida masiva. Pensemos: una pequeña fuerza paramilitar “privada”, respaldada por un antiguo jefe sin experiencia militar, obligó al ejército ucraniano, entrenado y abastecido por la OTAN, a retirarse“.

Por su parte, el sitio Modern Diplomacy comenta: “La doctrina militar convencional estipula que un ejército que ataque a una fuerza atrincherada necesitará al menos tres veces más soldados que la fuerza defensora. Parece pues que Rusia es muy poco convencional, pues los 50.000 combatientes del Grupo Wagner derrotaron a una fuerza ucraniana que empleaba más de 120.000 soldados, infligiendo un 70% de bajas a los ucranianos. Rusia no estaba luchando contra pastores afganos o miembros de tribus iraquíes armados con AK-47. En Bajmut se enfrentó a una fuerza representativa de la OTAN, equipada con armamento moderno, y la derrotó.”

Sea como sea, ante este panorama Ucrania no podía quedar sin una rápida respuesta -teniendo en cuenta las crecientes presiones de Washington para que entregue pronto algún éxito aunque sea parcial, so pena de que disminuya la voluntad política de continuar con el apoyo en el Congreso. Esa respuesta pareciera ser lo que se está viendo ahora.

Según información de fuentes occidentales y del Ministerio de Defensa de Rusia, en la mañana del 4 de junio de 2023, Ucrania “lanzó una ofensiva a gran escala en cinco secciones del frente en dirección sur de Donetsk introduciendo en combate las brigadas mecanizadas 23ª y 31ª de las reservas estratégicas de las Fuerzas Armadas Ucranianas (FAU), apoyadas por otras unidades y divisiones militares.

Como resultado de las acciones de las unidades del Grupo de Fuerzas de Vostok, los ataques aéreos y la artillería infligieron pérdidas significativas a la vanguardia ucraniana cerca de Neskuchnoye (República Popular de Donetsk) y Novodarovka (región de Zaporozhye).

Principales puntos por donde comenzó la ofensiva ucraniana. De izq. a der. la zona de Velyka Novoselka; zona de Artyomovsk/Bajmut; zona de Kupyansk

La aviación operativa-táctica y del Ejército, así como la artillería del Grupo de Fuerzas Yug abrieron fuego sobre las unidades de Ucrania cerca de Berdychi, Khimik, Pervomayskoye y Kurakhovo (República Popular de Donetsk).

Según el reporte del habitualmente preciso comentarista ruso-ucraniano Yuri Podolyak, mientras tanto, al día siguiente, 5 de junio, la ofensiva ucraniana es desplegada en las siguientes direcciones:

Dirección Ugledar. Al sureste de Velikaya Novoselka las FAU cruzaron el río Shaitanka y se atrincheraron en la orilla sur en la mayor parte del asentamiento Novodonetskoye. La próxima tarea de las FAU será probablemente atacar en dirección a Urozhaynoye-Staromlinovka.

Al suroeste de Velikaya Novoselka, las FAU no pudieron tener éxito. Probablemente el ataque aquí haya sido un ataque de distracción.

Dirección Artyómovsk (nombre ruso para Bajmut): Las FAU intentaron sin éxito atacar al norte y suroeste de Artyómovsk con grandes fuerzas. En ambas direcciones las fuerzas principales de ambos bandos no se comprometieron en combate ni las posiciones actuales sufrieron cambios.

En la dirección de Kupyansk, Svatovo y Kreminnaya la iniciativa está en manos de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa (FR).

Al norte de Kupyansk, las Fuerzas Armadas de la FR han ampliado la cabeza de puente en la orilla occidental del río Oskol, al norte de Dvurechnaya.

Avdeevka: fuerte trabajo de aviación y artillería de las Fuerzas Armadas rusas.

Maryinka: Las FAU recuperaron los bastiones ocupados por las tropas rusas el día anterior.

Gorlovka: ataque infructuoso de un grupo táctico de las FAU.

Novaya Tavolzhanka, Belgorod Oblast: Este territorio se encuentra sobre la fronter de lado ruso, justo al norte de Jarkov. Hay grupos de sabotaje y reconocimiento de las FAU operando en una zona boscosa. Las Fuerzas de Operaciones Especiales no han conseguido aun sembrar el pánico entre la población civil y atraer hacia esta dirección a importantes efectivos de las Fuerzas Armadas rusas.

Por su parte fuentes oficiales de Rusia indican, respecto del mismo día 5 de junio, que “continuó la ofensiva ucraniana, concentrando los principales esfuerzos en el puesto avanzado de Vremevka, en dirección sur de Donetsk.
Habiendo sufrido grandes pérdidas el día anterior, el comando de Kiev reorganizó los restos de las brigadas mecanizadas 23ª y 31ª en unidades combinadas separadas, que continuaron las operaciones ofensivas cerca de Novodarovka y Levadnoye. Además, se incorporó a la acción en esta zona una nueva brigada.

Al mismo tiempo, las FAU lanzaron una ofensiva en dirección a la granja estatal Oktyabrsky y Novodonetskoye por la 37ª Brigada de Infantería de Marina con los refuerzos basados en las unidades de la 68ª Brigada de Jaegers de Montaña de las FAU.
Las tropas rusas respondieron atacando en una amplia zona con fuego de la aviación del ejército, terrestre y táctico-operativa, unidades de misiles y artillería, así como sistemas pesados de lanzallamas.

Como resultado las formaciones y unidades militares de las FAU sufrieron importantes pérdidas. El total de estas pérdidas de las FAU en la dirección sur de Donetsk fueron de más de 1.500 soldados ucranianos, 28 tanques, incluidos 8 tanques Leopard de fabricación alemana, tres tanques de ruedas AMX-10 de fabricación francesa y 109 vehículos blindados de combate.

Un informe más completo aquí

Guerra territorial para Ucrania, guerra de desgaste para Rusia

Esto es solo el comienzo de este intento de Ucrania por recuperar territorio hacia el sur y el este. Sin embargo, cabe recordar una vez más que, mientras que para Ucrania la guerra es esencialmente territorial, pues está intentando recuperar los amplios territorios que Rusia ahora controla, la misma guerra no se ha caracterizado por ser una guerra territorial para Rusia, sino que los rusos han planteado una clara guerra de desgaste. En esta, el objetivo declarado y mostrado en el terreno, desde el punto de vista ruso, ha sido destruir la mayor cantidad posible de equipo y personal ucraniano. La ocupación territorial en este caso es secundaria, y varias veces los rusos han decidido mover la línea de frente allí donde más defendible les resultaba el terreno. Apoyándose en una mucho mayor capacidad de artillería, y en el control del espacio aéreo, Rusia ha aprovechado esas ventajas para ir demoliendo las fuerzas de Ucrania poco a poco, allí donde estas iban intentando recuperar terreno.
Es así que desde el comienzo mismo de la guerra los rusos definieron una banda que se adentra desde el sur y este, de unos 100-150 km de la anterior frontera, lo que arroja una larga línea de contacto de unos 1000 km. Una vez ocupado ese territorio -cosa que se concretó hacia el verano boreal del año pasado, luego de terminada la lucha por Mariupol-, las fuerzas rusas reforzaron las defensas y trincheras ya existentes desde hacía unos 8 años, y se instalaron allí, atrayendo a las fuerzas de Ucrania en distintos puntos.

Como consecuencia de esta opción estratégica, los rusos avanzan o retroceden tácticamente, y ya cedieron hace 9 meses algunos terrenos al este de la ciudad de Jarkov, y lo mismo hicieron en Jerson, al sur cerca de Odesa, “devolviendo” la ciudad sin luchar y estableciendo su línea del lado este de río Dnieper, en territorio más defendible. En esta fase del conflicto, al menos, el objetivo ruso ha sido claramente estabilizar y defender los territorios ya tomados a Ucrania -territorio donde vive la mayoría de la población de habla rusa en el país, y desde allí continuar con el desgaste y destrucción de la fuerza ucraniana. 

Luego de haber tomado Bajmut (o Artyomovsk para los rusos), el turno de intentar revertir la situación está del lado de Ucrania, mientras Rusia, al tiempo que intenta contener esta ofensiva, lanza a su vez algunas iniciativas en la zona más al centro-norte de la línea, hacia Kupyansk.

En las próximas semanas podrá evaluarse con mayor claridad cuál es el alcance y los resultados de la ofensiva de Kiev, siempre sobre la base de que lo que decide la guerra es la disposición de tropas en situación de combatir, y las existencias de armamento, munición y equipos para operar. La capacidad de reposición es, hace muchos meses, una de las claves fundamentales de este conflicto desde el punto de vista militar.