UCRANIA
El medio británico “UnHerd” ha publicado un análisis del resultado de las sanciones contra Rusia, actualizado al 24 febrero 2023
Por Philip Pilkington
La semana pasada, el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA) publicó una instantánea semanal de las exportaciones rusas de combustibles fósiles. Dado que la limitación de los precios del petróleo ruso se anunció en diciembre de 2022 y que la instantánea ofrece datos hasta febrero de 2023, nos permite evaluar hasta qué punto han sido eficaces las sanciones contra el crudo ruso.
Algunos ya han señalado que, en realidad, las sanciones no han impedido que la Unión Europea compre productos de combustibles fósiles rusos. De hecho, en febrero la UE seguía siendo el segundo mayor importador de combustibles fósiles rusos, por detrás de China, pero aún por encima de la India. Pero no cabe duda de que se ha producido un enorme cambio: antes de las sanciones, la UE era con diferencia el mayor importador de combustibles fósiles rusos.
Pero la verdadera cuestión no es si la UE ha reducido sus importaciones de combustibles fósiles rusos. Mucho más relevante es si las sanciones han afectado a la capacidad de Rusia para exportar sus productos energéticos. Si la UE se ha visto obligada a privarse de energía a pesar de la solidez de las exportaciones energéticas rusas, entonces es a Europa -y al Reino Unido- a quien perjudican las sanciones, no a Rusia.
Si observamos el gráfico de CREA sobre las exportaciones rusas de petróleo, parece que han caído desde la limitación de precios. Como podemos ver, tras la imposición del tope de precios el pasado diciembre, las exportaciones rusas de crudo han caído de más de 300 millones de euros al día a menos de 250 millones. Sin embargo, visto en un contexto más amplio, no se trata de un descenso especialmente dramático. Los economistas suelen comparar las exportaciones de un año con las del mismo mes del año anterior. En febrero de 2022, las exportaciones rusas de petróleo se situaron en torno a los 250 millones de euros al día, no muy lejos de donde se encuentran este mes de febrero.

En millones de Euros por día, media de 30 días
Crudo
Productos del petróleo y químicos
Fuente: Análisis de CREA. Las líneas de puntos representan el comienzo de la guerra y de las prohibiciones de compra de petróleo ruso en la UE & el tope de precios más amplio impuesto, respectivamente
Pero incluso esto es engañoso, porque el precio del petróleo ruso ha bajado. Desde principios de diciembre, el petróleo de los Urales ha caído de unos 66 dólares por barril a unos 53. Algunos han afirmado que se trata de un efecto de la limitación del precio de la energía, pero si observamos otros mercados petroleros parece poco probable que ésta sea la causa principal. En la actualidad, la diferencia entre el precio del Urals ruso y el del Brent europeo ronda los 32 dólares por barril. Sin embargo, tras la invasión rusa de Ucrania, mucho antes de que se impusiera el tope de precios, la diferencia superaba los 35 dólares por barril.
El descenso del precio del petróleo ruso se debe sobre todo a la caída global de los precios, que se ha producido porque las economías occidentales se están ralentizando y es probable que se enfrenten a una recesión este año. Cuando la economía decae, se necesita menos combustible y, por tanto, baja su precio.
Para controlar esto, el mejor indicador de si la limitación de los precios de la energía ha dañado la capacidad de Rusia para exportar sus productos energéticos es fijarse en las cantidades físicas de las exportaciones. Éstas pueden verse en el siguiente gráfico.

En miles de toneladas
Carbón, Crudo, Gas líquido, Derivados del petróleo y químicos
Fuente: Análisis de CREA. Las líneas de puntos representan el comienzo de la guerra y de las prohibiciones de compra de petróleo ruso en la UE & el tope de precios más amplio impuesto, respectivamente
Aquí vemos surgir un panorama diferente, especialmente para el petróleo crudo. En febrero de 2022, las exportaciones rusas de crudo rondaban los 15 millones de toneladas diarias. Un año después, estas exportaciones han descendido ligeramente a 14 millones de toneladas, una caída que apenas es estadísticamente significativa y que incluso puede explicarse por la inminente recesión. No hay otra forma de interpretar los datos: las sanciones no han perjudicado tanto a Rusia. Ha sustituido en gran medida sus exportaciones a Europa por exportaciones a India y China, entre otros países.
Mientras tanto, Europa se está quedando sin energía. A pesar de la tan cacareada bajada de los precios de los futuros del gas, las facturas de la energía en Europa siguen siendo obstinadamente elevadas: nadie, salvo los operadores especulativos, paga el precio de los futuros, por lo que los analistas serios deben fijarse en cuánto pagan los ciudadanos en sus facturas. En respuesta a estos elevados precios, el consumo de gas en Europa ha caído casi un 20%. Y esto no afecta sólo a los consumidores: el sector manufacturero europeo lleva contrayéndose desde el verano.
Si las sanciones se han diseñado con el objetivo de dañar las economías europeas y perjudicar a los consumidores europeos, han funcionado a las mil maravillas. Si, por el contrario, se han diseñado para mermar la capacidad de Rusia de exportar sus productos energéticos, han tenido algo menos de éxito.
Publicado originalmente aquí