* El movimiento sufre aplastante derrota popular en Berlín: 82% en contra de la Neutralidad Climática en referéndum
* En medio de la destrucción de la industria alemana por las sanciones contra Rusia, la población trabajadora de Berlín decidió en contra de la élite periodística y política
* Luisa Neubauer, que dirige el movimiento, cree que los berlineses están confabulados para lograr la “destrucción climática”, en una clásica visión conspiranoica. Calificó al 82% de los berlineses de “cínicos fósiles”
CALENTOLOGÍA
Por P. Gosselin
El referéndum del pasado domingo sobre la “neutralidad climática de Berlín para 2030” fracasó estrepitosamente a pesar del más de un millón de euros gastados en una campaña masiva que incluyó la colocación de carteles por toda la ciudad, conciertos de artistas famosos, un enorme apoyo y propaganda por parte de los medios de comunicación y cuantiosas donaciones procedentes de activistas de izquierdas de las costas este y oeste de Estados Unidos, de las ONG de George Soros, y demás conocidos financiadores de la ideología calentológica.
Tras el referéndum, los partidarios del “sí” no alcanzaron el quórum de 608.000 votos necesarios para aprobar la medida. Sólo 442.210 votaron a favor, lo que representa el 18% de los berlineses con derecho a voto. Los activistas esperaban una participación mucho mayor. El 82% se negó a prestar su apoyo.
El rechazo de Berlín al mandato de neutralidad climática para 2030 es un duro golpe para el movimiento radical de los Viernes del Futuro y la Última Generación en Alemania, y es previsible que los radicales tarden en recuperarse de este revés.
La iniciativa berlinesa para que la ciudad sea climáticamente neutra en 2030 estaba liderada por jóvenes ricos de clase alta como Luisa “Longhaul” Neubauer. Pero los berlineses, acosados durante meses por activistas que se pegaban con goma a las calles y bloqueaban el tráfico, vieron la insensatez de la iniciativa y los altos costes que supondría política y financieramente. Decidieron rotundamente que no querían formar parte de ella.
Arremetiendo contra la mayoría
La agonía de la derrota en el referéndum fue palpable cuando algunos de sus líderes reaccionaron arremetiendo e insultando a quienes se negaron a votar “sí”. En un vídeo, la colíder del movimiento, Luisa Neubauer, se hundió en duras acusaciones contra la mayoría, llegando a calificar a los berlineses que no cooperaron de “cínicos fósiles” y “destructores del clima“.
Neubauer añadió: “Hay fuerzas en esta ciudad que están haciendo todo lo posible para sacar la última chispa de destrucción climática“. En opinión de Neubauer, entre esas fuerzas se encuentra el inmenso 82% de berlineses que se negaron a votar “sí”. Tan problemática puede ser la democracia.
“La burbuja por fin ha estallado”
El diario alemán Pleiteticker comentaba así el referéndum de Berlín:
El socialdemócrata Dario Schramm lloró en Twitter ante el regodeo que ahora vendría del otro lado. Pero él y otros partidarios de la política de prohibición verde no tienen por qué sorprenderse. Llevan años difundiendo sus ideas de buena política de forma hipócrita, arrogante y a veces agresiva.
Ellos, en su mayoría miembros de la clase media alta, han declarado la guerra a la clase media baja y baja con sus destructivas medidas climáticas. Fuera de la burbuja política de Berlín y de los demás oasis urbanos de bienestar de Alemania, los Neubauers de este mundo nunca contaron con mucho apoyo. Y ahora la burbuja por fin ha estallado. En los distritos de Marzahn, Köpenick y Lichtenberg, la mayoría de los votantes votaron en contra del referéndum. La población trabajadora normal de Berlín decidió en contra de la élite periodística y política”.
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