Novedades del Presupuesto
ECONOMÍA
Tercera de una serie de notas que analiza el Presupuesto Nacional, actualmente en discusión parlamentaria.
Por Luis Muxi
No se perciben en la discusión pública, o así lo parece, controversias de significación respecto de la mayor y más importante herramienta para el manejo de las finanzas públicas del gobierno en el quinquenio. Después de su ingreso y salida de Diputados, que transcurrió en una orfandad de discusión técnica alarmante, los gruesos y pesados pliegos, modificados muy parcialmente en aquella y debidamente fotocopiadas sus miles de fojas, se encuentran en el Senado para una nueva discusión.
La impresión que deriva de las escasas y mustias noticias de prensa es que su trámite futuro será reducido en cuanto a los temas a abordar, muy apartado de los temas económicos centrales que aquejan al país, y que anidan y crecen con el Presupuesto y su rápido y expeditivo proceso de sanción.
En rigor solo parece que éste se enfoca en aportar soluciones cosméticas y parciales, asumimos que con la razonable esperanza de los senadores de acordar y terminar, estirando o achicando la frazada que cubre o descubre falencias de interés en la discusión, cuya intención manifiesta es encontrar el atajo que los lleve hasta un final amigable. Por el cual, como dice un poeta, solo ellos pasan. Habrá entonces, en homenaje al trabajo parlamentario, humo blanco. Y seguramente un Papado difícil. Poca cosa más.
De todo lo anterior deriva, sin mayor esfuerzo, que no debemos esperar ahora ninguna discusión académica en Senadores que genere atención, en tanto en lugar de ser el observatorio de cómo se discuten y analizan aspectos sustanciales de la economía anunciados por partidos de distinta ideología en la etapa electoral, resulta al final un ordenado trámite de aprobación normativa -salvo su largura y engorro.
En razón de ello, los ciudadanos no terminan de entender cuáles son las las tremendas diferencias de ideas que escuchan en campaña, y que parecen distanciar al infinito diferencias de verdad excluyentes. ¿Cuáles son las distancias ideológicas que provocan grietas que fracturan equilibrios familiares y sociales, dificultando toda acción colectiva? ¿Cuáles son las claves del enfrentamiento que aun hoy verbalizan difunden y radicalizan? Las diferencias viven silenciosamente durante el Presupuesto, sin despertar los mejores deseos de encontrar una ruta despejada para el desarrollo de la sociedad uruguaya. Pero en la única instancia, que es justamente esta, para discutir a fondo y sin estrecheces intelectuales los rumbos del Estado, las actitudes explícitas o implícitas de los políticos no permiten identificar y destacar que existan las diferencias sustanciales y de bulto que aparentemente separan personas, ideas, formas de encarar políticas. Tampoco diferencias que permitan sostener un hilo conductor para interpretar el hinchado texto de 700 artículos que, adaptando a Rodó, hoy “flota en la austera soledad de los muros sombríos”.
La postura adaptada y no controvertida. Ni por políticos, ni prensa ni entendidos
Una vez llegado el texto a destino cierto y seguro (no hay como la calma chicha de los archivos) las primeras reflexiones objeto de salteados comentarios en la prensa se producen a la interna del partido Nacional. Según lo señala Crónicas el 6/11/2020, los senadores señalan que respaldan el texto de Diputados, el cual es básicamente lo que remitió el Ejecutivo con las modificaciones “de pequeña entidad” que ya hemos comentado en otra nota. Circunstancia que habilita a dar por aprobado el texto y concentrarse entonces en las diferencias. Los consultados, senadores Penadés y Da Silva, resaltan en especial que se harán planteos de pequeñas modificaciones, “cambios menores”, porque a su juicio el texto es “realista”, porque no hay margen para incrementar nada, y porque lo que se debe hacer es administrar bien lo que se apruebe, agregando que además en la coalición existe acuerdo sobre el tema al 90%.
Legisladores colorados aplauden gestión de diputados y aseguran compartir las premisas referidas. Digamos al paso, sin valorar todos los otros aspectos vinculados, que salvo la necesidad de discutir, que debería ser obligación jurídica, moral y ética, compartimos los conceptos. O sea no hay para encarecer, y habrá que administrar en forma.
Esto está alineado con lo que antes señalamos. Es una ley ómnibus (de doble piso), y la llevarán al galope por corredores salones y comisiones. Tanto es así que las previsiones de plazos programadas indicaban que entre los días lunes a jueves despachaban todos los temas de Medio Ambiente, Turismo, Interior, Economía, Relaciones Exteriores, Meteorología, Intendencias Municipales, ASSE, Udelar. Cuatro días para tratar nueve temas de gran interés, al cual podrán al máximo, después de recibir sugerencias y preocupaciones de los sectores afectados que visitan también Senadores, dedicar retazos de lapsos intermedios para esbozar alguna idea coincidente o discrepante. En principio todo indica que habrán sido pocos oradores, que seguro tuvieron o tendrán la rara amabilidad de hablar resumido. A Ortega y Gasset le hubiera bastado que fueran claros, en el entendido que es la verdadera cortesía intelectual.
Cumplida la tarea entre los días 21 y 25 (otra vez cuatro días), se vota en Comisión. No vamos a resaltar cuantos artículos son, ni calcular el tiempo que se les puede dedicar, para después ir al Plenario, del día 30 de noviembre hasta el 3 de diciembre. Con el mayor de los respetos, deberían haber dispuesto de “tiempo y menos fatiga de alma y corazón” para dar contenido genuino al texto y a su significado para la nación. Y para los contribuyentes. Que en realidad nada saben de los porqués que afectan su vida, achicando consumo, limitando goces, estrechando sueños. Mientras de paso, se afecta el futuro de todos. Nadie convoca al ahorro salvo el Presidente, nadie asume bajar sus pretensiones. Lo unánime es pedir más, para todo.
En conclusión, se podría deducir que las afirmaciones del partido Nacional son compartidas por todo el espectro político, que nada ha dicho al respecto en ningún sentido, vale decir en este caso otorgando y consintiendo respecto de un trámite rápido, sin discusión y huérfano de ideas.
Todo lo anterior asegura viabilidad para el emprendimiento, y nos permitirá exponer alguna hipótesis de algunos crepúsculos conceptuales y poco inteligibles que la sociedad en su conjunto debería conocer. Ello le permitiría saber algo más profundo de la verdad de la política en sus esencias mas reprobables. Igualmente todo tiene al final una explicación lógica, o al menos se pueden percibir esos signos callados pero elocuentes de cual es el objetivo cuando se observan unanimidades implícitas o al menos difusas. No habrá ni hay una discusión de fondo en Senadores. A ello nos referiremos ahora.
Rol institucional de las Cámaras.
Lostemas relativos a la hacienda pública se regulan por los artículos 214 y siguientes de la Constitución. Las normas indican que se presenta al Poder Legislativo detalla su estructura, y establece que “se pronunciará sobre montos por incisos, programas, objetivos, no pudiendo efectuar modificaciones que signifiquen mayores gastos. Excluye del proyecto temas por materias o cuestiones de plazos, o sea ni reglas para después del periodo, ni otras que no refieran a su interpretación o ejecución. Todo lo cual como podrá verse no sucede conforme al mandato del soberano. Los presupuestos imponen costos muy fuertes a las generaciones futuras, regulan materias ajenas y ademas no cumplen acabadamente con las exigencias típicas del área afectada.
El art. 217 dice “cada Cámara deberá pronunciarse sobre los proyectos” y señala plazos. Si no se cumplen, se rechaza. La exigencia de pronunciamiento parcial, o sea discusión por algunos temas, solo existe conforme al art. 218 cuando se modifica parte del articulado. Eso es preceptivo, los cambios de una Camara deberá ser validada por la otra. Como también es preceptivo que cada Cámara se pronuncie sobre la totalidad del proyecto, todo lo cual se impone porque son dos Cámaras, más allá de que salvo detalles, sus funciones en esta materia son similares. Estamos seguros de que habrá un pronunciamiento, en tanto en todo caso se votará en forma calma o a tambor batiente, y se expresara una voluntad sobre la parte que la forma exige. Habrá unanimidades y diferencias. Y seguramente quedemos al margen de sus porqués.
El gran tema es si se pronuncia sobre la parte material, esencial, o sea aquella que legitima los contenidos propios de la materia. Tememos que no. Primero porque son plazos exiguos, segundo porque siendo así no hay tiempo material de análisis y estudio, tercero porque es como hemos señalado una carrera contra el tiempo, que arrebata discusiones, estrecha reflexiones y mitiga o anula toda capacidad genuina de intercambio.
En este caso, la Cámara de Senadores, de estar a las declaraciones públicas de algunos senadores, sólo hará cambios menores, caminará el trillo de lo acordado en Diputados y se concentrará en pequeños y cerrados cambios. No hay tiempo, ya hubo acuerdos, por tanto los senadores no podrán aportar pensamiento ni ideas sobre el objeto, que termina escamoteado en la propia discusión y porque lo que discutirá ya se sabe es sobre temas mas calientes a quienes denominamos mascarones de proa. Las diferencias ideológicas o las visiones del manejo del poder quedan en penumbras, y si algo emerge será material de deshecho, pura palabra, relatos amañados, ideas antiguas, que tan pronto como se repiten sin falta se desvanecen sin ilusión alguna.
La preocupación es no concentrar de una vez en el Presupuesto aquello que le es es propio, no cuestionarse en el punto de partida aceptando un axioma inaceptable: existe una rigidez cadavérica del aparato estatal o para estatal que se mantiene a salvo, sea quien sea el beneficiado, tenga o no sentido y vigencia el tema. Existe una acumulación de unidades, proyectos, inversiones y gastos, que una vez nacidos a la luz jurídica de los textos, tienen asegurada la eternidad. Y a quienes acompañan miles de normas difíciles de interpretar que mantienen la continuidad intelectual desde la primera creación hasta tanto sobreviva el cadáver. Sean las sociedades anónimas que como palmas laudatorias rodean a los entes .
públicos, sea como los subsidios de variada naturaleza, tanto como las diferencias de trato consagradas con premios por ser hijos o nietos de revolucionarios, a todos los cuales hemos referido. Allí quedan con su tranquila vocación por la eternidad
En rigor nos bañamos siempre en el mismo rio. Y lo insólito es la percepción de un acuerdo tácito de todos. Mientras gritan contra las motosierras, están cuidando esa porción vieja o nueva del presupuesto, que aspiran a conservar. Mientras las cosas están quietas y todos aseguran la sobrevivencia institucional, no hay problemas. Después vendrá la discusión sobre la LUC, la graciosa inquietud del Frente Amplio por evitar la extranjerización de la tierra, y todas las formas útiles para restaurar poderes y procesos de vaciamiento espiritual de la sociedad. Es hasta la victoria final, sin que exista una verdadera y elegante confrontación.
Las cuestiones que estarán en la discusión.
Siguiendo información de La Diaria de todos estos días, se puede determinar por aproximación cuáles serán los temas que van a marcar y dominar la agenda de estos días. En ese sentido señalamos:
1 El Frente cuestiona y pretende información relativa al ahorro de 1300 millones de pesos del presupuesto del Ministerio del Interior. Es decir cuestiona el ahorro (noble objetivo), que mal usa en tanto le resulta funcional a pequeños temas de su agenda política, y lo que es más grave desde una perspectiva ética, relaciona el mencionado ahorro con la restauración de la doctrina de la seguridad nacional. Tendría sentido afirmar lo inverso, o sea darle fondos para difundir la fallecida doctrina invocada. Quitarlos es achicar posibilidades para la mentada restauración. Lo que resulta además fantasioso y falto de sentido de lógica elemental.
2 Varios senadores de Cabildo y del Frente mantienen disconformidad con la eliminación de la rendición de cuentas de las partidas para viáticos. Aquí se enfrenta una posición de no seguir creando unidades administrativas que generan costos altos, contra la voluntad manifiesta de controlar. Siendo tal de gusto en boga por el cual el Estado se la pasa controlando todo, o haciendo que controla puede que camine el cambio. O sea habrá oficina para controlar.
3 Discusión fatal, si las hay, es la propuesta de no pagar a los funcionarios los primeros 3 días de enfermedad. Tema que los privados, más allá de justicia o injusticia, cargamos en las espaldas hace mucho tiempo. Se debería imponer el criterio de establecer criterios igualitarios para los trabajadores, sean públicos o privados. En especial porque las circunstancias de los últimos años ha hecho jurisprudencia en todos los ámbitos de la existencia de enfermedades laxas, próximas o parientas lejanas de determinadas afecciones psiquiátricas o de la salud mental. He podido apreciar informes médicos en temas laborales, e incluso dictámenes de juntas de médicos aceptando diversas modalidades de tristeza, depresión, disgustos, agotamiento, stress, angustia, y otros, que permiten validar inasistencias sin mas tramite que allegar un certificado (dicho sea de paso, con letra de poca capacidad lectora). Sin requerir, como es debido, opinión de especialistas. No negamos que los casos existan, ni sabemos cuál es su calificación médica. Solo advertimos que es a esta altura pandemia, que llega a durar hasta 2 años la ausencia del deprimido. En la cual la sociedad, o BPS o la gremial paga sin conocimiento cierto de la enfermedad. Auguramos, pues tiene apoyatura del Cabildo Abierto y obviamente de Cofe, que habrá alguna formula de coincidencia. Deberían al menos estar informados de cuánto han crecido estas afecciones en el total y del costo de los tres días. No parece buena cosa incentivar el no trabajo. Se ha sugerido una nueva oficina. Ya nos podrá informar sobre la evolución de esta suerte de COVID.
4 Cabildo tampoco firmaría la norma que habilita a Ancap a arrendar parte de su infraestructura. En este caso sería también en compañía del Frente Amplio. Tema que sugiere un estudio de distancias y proximidades ideológicas.
5 Igual simbiosis se daría para la discusión respecto de los fondos para Udelar y para becas. Existe la noble intención de agregar al subsidio educativo por su gratuidad, otro para facilitar su uso y ayudar a los educandos a tener módicos viáticos. Se puede convenir en su interés, en especial si hubiera fondos superavitarios. Pero aún podríamos discutir si preferimos volcarlo a vivienda o trabajo, discusión que no se ha dado hasta ahora. La estrella sigue siendo la educación.
6 Cabildo Abierto intenta mejorar la retribución de las Fuerzas Armadas en especial en los escalafones mas bajos. A cuyos efectos acompaña propuesta de financiación con trabajo de los efectivos para construir la ruta 6. Con un resultado esperado de ahorro del 30%.
7 Utec por su parte aspira a lograr un incremento del orden de 180 millones para fomentar y desarrollar la actividad en Minas y Artigas.
8 Por su parte la Inter gremial femenina, a través de representantes también femeninas en el Senado, aspira a que se retire el artículo que suprime los juzgados multipropósito.
9 El frente estaría planteando un artículo extraño, por el cual solicita una partida equivalente al 0,1% del PBI para distintos y variados temas, desde cargos de confianza hasta temas de educación y salud. Todos los que salen de su ámbito natural. La pretensión rondaría alrededor de 50 millones de dólares. Debería ser desestimada.
10 Respecto de la UAM se pretende que el cargo de Gerente General se designe por concurso. Otros temas ya han sido conciliados al respecto.
11 Obviamente el tema central será la formula de pago de los funcionarios públicos, en especial por la deficiente redacción del artículo en cuestión. Ello causará sangre, sudor y lágrimas. Estimamos que también encontraran consenso.
Reflexiones finales
El Presupuesto es del orden del 31% del PBI. La participación del estado es al menos del 35%.
El PBI rondará los 50.000 millones de dólares. Lo que se discute es por valor de US 15.500 millones. Si repasamos lo que esta en cuestión y ocupa titulares, solo provoca tonterías periodísticas y genera una suerte de discusión inexistente. Mirando los temas que serán resorte del Senado, no pasan de 3 o 4 los temas esencialmente de la Hacienda Publica. Los otros si bien son políticos, tendrán consecuencias en el costo del Estado, pero miserables por su importancia, y sin gravitación alguna. Utec, Udelar, la plata para el ejercito y otra pequeña erogación, no son nada en el total del gasto que se aprueba sin mayor conocimiento ni discusión. Descartamos la solicitud del Frente Amplio por valor del 0,1% del PBI. Carece de mínima base y tiene fundamentación nula.
En puridad lo único que queda en juego será el aumento a los funcionarios públicos. Allí se juegan intereses gremiales significativos, y es motivo de enfrentamiento y medición de fuerzas. Ellos van a su aire, con la protección de una cláusula oscura y susceptible de interpretaciones varias. El Frente dará allí su batalla. Las remuneraciones del Presupuesto (ver pág. 10 del análisis Presupuestal) arrojan un valor de 200.012 millones, que en el período representa cinco veces más. Esto (sin Gobiernos Deprtamentales, ni los Entes Autónomos que inflan cifras, más todas las simulaciones, falsedades y formas de contratar que encubren gastos de personas o en personas), representa el 31% del Presupuesto. Más allá de su discusión, que será ardua y compleja, tenemos la seguridad de que finalmente se acordará y que habrá mejoras para los funcionarios.
De todo lo cual podremos afirmar que habrá solamente una discusión importante, en la cual el gobierno lleva las de perder. No lo queremos. Pero lo presentimos. Tarea fácil de estar a la historia.
Pese a todo y a la certeza de que fondos libres futuros engordarán la cuenta del personal, su aumento tampoco representa un valor que vaya a desestabilizar las finanzas. Contribuirá como siempre a vivir al limite, a priorizar parte de un gasto improductivo.
En la última línea podrá representar al final del periodo un deficit adicional que es difícil pronosticar, pero que de una u otra forma insumirá algunos puntos del PBI, dos o tres.
Pero insistimos, la totalidad de la carga de personal alcanza como señalamos 200.000 millones. Muy importante por cierto, pero no muy alejada de los valores que hemos comentado para los 130.000 de transferencias a la seguridad social, los 61.000 millones de intereses de la deuda, los 13.000 de subsidios y los 149.000 millones de Diversos créditos. Todos estos suman 350.000 millones.
Nuestra preocupación no preocupa al sistema político. Los conceptos referidos casi doblan el costo de personal, y entre el personal que trabaja y el jubilado tenemos 330.000 millones.
Lo que poco preocupa y lo que no se discute es que a largo plazo será insostenible. Mientras se discute a las escondidas pequeñas transferencias que tienen pedidores y beneficiados, el elefante camina con parsimonia llevándose la gran parte, que como dijimos no se discute.
Al margen de las ideas, tenues y comprensivas de lo económico, al margen de poner en valor los aspectos medulares, la política grande y menuda carga en silencio todas las inconsistencias que se han acumulado en décadas. Si el cadáver se mantiene en cuidados intensivos es tema de menor cuantía. Lo que importa es que sobreviva, y que al respecto nadie discuta. Y así es. Nadie discute. Todos aprueban rezando por su cuota de irresponsabilidad ciudadana.
Siendo así, siendo que fuera de la disputa salarial nada tiene sentido, siendo que el Senado, con cuarentena incluida, ya aprobó en reverente previo silencio la mayoría del proyecto, poco o nada de interés tiene seguir leyendo, investigando o pensando. Las cosas seguirán su curso. Y deberemos pensar para adelante. Siempre hay una esperanza. El presidente ha aprobado un Decreto mejorando las condiciones objetivas para la inversión. Luce como una esperanza renovadora y como un sistema inteligente y práctico para desarrollar trabajo y crecimiento.