BRASIL

Por Salvador Gómez

El Tribunal Superior Electoral de Brasil se define como “guardián de la democracia brasileña”.
Dentro de ese principio general, tiene como algunos de sus cometidos “la acción de investigación judicial electoral (AIJE), con las respectivas representaciones y reclamaciones y la acción de impugnación de mandato electivo (AIME).”

Apenas la elección terminó, el Presidente del TSE, Alexandre de Moraes, marcó una línea:

No hay manera de que se pueda impugnar un resultado liberado democráticamente con movimientos ilícitos, con movimientos antidemocráticos, con movimientos criminales que serán combatidos y cuyos responsables serán averiguados y a quienes se responsabilizará ante la ley. La democracia ha vuelto a ganar en Brasil“, declaró.

De Moraes se refería a millones de manifestantes que desde la noche de la elección están en la calle en Brasil debido a que tienen una fuerte convicción de que el proceso electoral no ha sido limpio.

Es esperable que los representantes políticos del candidato ganador adopten la línea de “no hay nada que revisar” y se nieguen de plano a cualquier cuestionamiento del resultado. Pero ¿es esa una actitud prudente para el responsable de velar por la justicia electoral? Si existen dudas sobre la limpieza del proceso, ¿dónde y ante quién se plantean?

Aparentemente, no ante el TSE, puesto que el TSE de Alexandre de Moraes considera, de antemano, que cualquier noticia o afirmación que mencione este tipo de problemas es, por definición, “fake news”.

En el sitio del TSE existe una página específicamente destinada a que se presenten denuncias. ¿Se trata de denuncias para intentar mejorar el proceso mismo o su transparencia?
No.
¿Se trata de denuncias contra el uso fraudulento de las máquinas de votación, o sospechas de que podría haber injerencias en el procesamiento de la voluntad popular?
No.

Se trata de denuncias contra quienes duden del proceso mismo.

En particular, en este caso se trata de denunciar cualquier “desinformación” divulgada “sobre urnas y el trabajo realizado por la Justicia Electoral” (es decir, sobre las máquinas de votación o sobre el trabajo del propio TSE).
¿Qué es “desinformación” específicamente, según el TSE?

Desinformación (fake news) es hablar de:

-fraude electoral
– Adulteración de votos
– Conteo fraudulento de votos
– Violación de las urnas (máquinas)…

Etc.

De modo que el TSE de Brasil bajo la conducción de De Moraes no considera posible que nadie impugne el resultado electoral del fin de semana pasado -pese a que uno de los cometidos del TSE sería, precisamente, canalizar esas dudas y aclararlas. Cualquiera que dude de la limpieza de las elecciones, según el TSE, está mintiendo por definición.

Esta es la “democracia” de nuevo tipo -tiranía- que se impone al mundo: una “democracia” en donde la voz del poder es la única verdad, donde nadie puede discutir nada, donde la justicia electoral define de antemano que todo ha sido hecho correctamente y cualquiera que tenga una duda o una queja, es por definición un delincuente que debe ser denunciado.

Es el mismo procedimiento que se usó con respecto a la información vinculada a covid19. Solo lo que digan las autoridades es verdadero. Todo el que impugne esa información, es por definición un divulgador de “fake news”.

No existe una actitud respecto de la información que sea más definitoria de una dictadura que esa.