POIESIS / 4

Pasajes de una conversación sin conclusión posible, donde Santiago Tavella y Aldo Mazzucchelli divagan a propósito de “Rough and Rowdy Ways”, el nuevo disco de Bob Dylan

Por Santiago Tavella / Aldo Mazzucchelli


Santiago Tavella– Como titular, me parece que hay varios puntos que toca en el disco que son provocadores para los tiempos en que vivimos, y yo creo que el título mismo —el otro día escuché el término “copos de nieve”-… Los latinos, es decir los mexicanos, colombianos, ecuatorianos… Yo tengo amigos por todos esos lados, y creo que son los mexicanos que tienen un término, que es los mazapanes. Y creo que el título del disco es un poco de provocación…

Aldo Mazzucchelli– Si. ¿Vos como lo traducirías? malos modales, algo así… o malas maneras…

ST- Si… rough

AM- Rough es áspero, rudo… y rowdy es como ruidoso… Tipo esa gente que entra gritando, que le chupa un huevo todo… Aparte la foto está buenísima y es como un bailongo de negros ahí

ST-. Si, si… Claramente

AM: … o sea, vos decís “mazapanes” como sinónimo de “copo de nieve” (snowflake), esta idea generacional de ay, protegeme de todo, todo me ofende, no puedo soportar nada.. Y esto es lo contrario, lo políticamente incorrecto, el disco este.

ST: Yo ahora hice una especie de paráfrasis…. No sé si fue [Alfredo] Fressia que publicaste vos hace poco, o quién, que dijo que sólo hubo poesía homosexual entre la definición moderna de la homosexualidad a principio del siglo XIX y los años 70, cuando a todo el mundo empezó a decir ta, hacé de tu culo un pito… Hay una cosa que la tengo medio vista en literatura, cultura, en cosas por el estilo, que a partir de la Primera Guerra Mundial, con adelantos y cosas por el estilo, la guerra empezó a considerarse algo malo por todos los participantes de la guerra. Y eso de alguna manera se consolidó con las protestas anti Vietnam y cosas por el estilo en USA, dentro del imaginario colectivo. Pero fue un proceso. Por ejemplo el dadaísmo surge como diciendo “se armó este quilombo, nada tiene sentido, hagamos arte sin sentido…”

AM. Si, el dadaísmo es parte del nihilismo que se consolida en los veinte pero empieza antes, que es como la caída… Quiero decir, entre los historiadores hay un lugar común que es el optimismo del final del XIX, de los setenta a 1914, parecía que se había solucionado todo, como que el mundo se encaminaba a un futuro maravilloso… que luego consistió en la Primera y la Segunda Guerra Mundial, y la Gran Depresión…

ST- (Risas) Claro… 

AM- …toda esa ola antimodernidad que se consolida con el Romanticismo, y finalmente como que se realizó toda la parte negra de la modernidad, quedó clarita… La muerte, el lado oscuro de la modernidad, que para el progresismo parecía que no existía.

ST- Ahora volviendo a eso de cuándo empieza y cuándo termina una literatura homosexual… Tal vez el arte antibélico empieza en la Primera Guerra Mundial -seguramente hay ejemplos anteriores, te estoy tirando un bolazo- y tiene su apogeo en los Sesenta- Ahí Dylan es puesto a la cabeza como un antibelicista, que no lo es… Y este disco no es nada antibélico.

AM- Yo creo que este disco, igual que Tempest -desde el título y las canciones- son bastante apocalípticos. El mundo está acabando… Por un lado, cuando hay una gran explosión quedan todos los pedazos tirados… Y estas canciones son como sobre todos los pedazos tirados por todas partes… 

ST- Si si…

AM- Hay como fragmentos, es como ir caminando entre ruinas e ir levantando cosas, acá está esto, acá está aquello, acá está Whitman, acá está… no sé, una oreja de Kennedy. El juego de la enumeración continuo, como lo usa él, que lo usa mucho… 

ST- Si Murder Most Foul es pura enumeración…

AM – Si, enumeración y cita. No cita literal, sino referencia… En la segunda parte de Murder Most Foul está como hablando con este tal Wolfman que era un disk jockey famoso de los sesentas-setentas, y le dice como “tocá esta canción, tocá esta otra”… Es como estarse acordando, y al mismo tiempo estar apilando cosas… En una época a Dylan se le quiso hacer o ver como representante de una tendencia mundial pro no se qué… El loco siempre se negó a eso y terminó echando a cagar a todos… Pero en realidad ahora el problema es que ni Dylan ni nadie puede ser representante de un carajo del mundo, porque no hay mundo. Implotó el mundo. Y me parece que estos discos son como decir… No me refiero a juntar los pedazos para armar nada… Pero por ejemplo hay una canción que por ahora es la que me gusta más, que se llama My Own Version of You ¿no? Algo así, digo una que está en menor, tiene esa bajada medio cromática…

ST- ¡Si si! Que habla de armar un monstruo…

AM.- Sí, tiene esa cosa de soberbia de esta época como esa cosa transhumanista y tal, que la ciencia va a armar un hombre… es como un Frankenstein que está armando.

ST- Si, toda creación artística tiene algo de traer a la vida. Pero estamos en un momento en que el ser humano tiene la posibilidad de traer a la vida… no se, con la genética y eso, estamos al borde de poder traer a la vida no se sabe qué…

AM- Claro, eso te quería decir con transhumanismo. La canción tiene esa cosa como de desafiar al orden natural, o algo así, crear algo de la nada, algo de Frankenstein.  

ST- Aparte tiene un momento que está buenísimo interpretativamente cuando dice “Lo haré con decencia y como debe hacerse”

AM- Jaja, pero tiene algo de ingenuo ¿no?

ST- Es ingenuo y se está cagando de la risa digamos, no?. Es todo a la vez…

AM- Hay algo de “nada importa” en este mundo de Dylan de ahora, ¿no? Se fue todo al carajo, nada importa. Junto las cosas que se rompieron, pero siguen rotas… Y tiene una cosa ética también. En Tempest esto era aun más claro capaz, aquella canción Pay in Blood (“Otro político largando su meada / Otro mendigo enojado que te tira un beso […] Atravesé el infierno, ¿y para qué sirvió? / ¡Hijo de puta! ¿Ahora se supone que debo respetarte a vos? / Te haré justicia, te engordaré el bolsillo / Mostrame primero tus virtudes morales … Jugás con tu amante en la cama / Vení, que te rompo la cara horrible que tenés / Nuestra nación debe ser salvada y liberada / Fuiste acusado de asesinato. ¿Cómo te declarás?”… ) Allá era muy claro, hablándole a algo así como a los políticos. En este disco tiene la misma impronta de un viejo ético que dice “son todos unos payasos”, o algo así.

ST.- Un disco nada antibélico… Lo que te decía del belicismo, uno podría decir que la Primera Guerra Mundial marca el auge de un primer momento antibélico y la guerra actual donde no hay soldados, son drones y cosas por el estilo, es como que vos decís… ¿Viste que en un momento habla de Patton, de Sukhov… en Mother of the Muses. Habla de generales de la Segunda Guerra Mundial, que todos fueron muy discutidos… Patton parece que era un hijo de puta, que le decía mariquitas a los soldados. Los reivindica y dice si no fuera por estos yanquis y por estos comunistas de mierda (porque fueron los que ganaron la guerra)…

AM- …si, básicamente fue la URSS…

ST- …los reivindica y dice “si no fuera por estos no habría Elvis Presley. Pavimentaron el camino para que pudiera existir”. Y si no fuera por Presley, que fue un ladrón de música de negros…

AM- …un apropiador…

ST- Un apropiador… Es decir, no era un supremacista blanco ni nada por el estilo, era un pibe que dijo “ah, qué bueno que está esto, voy a cantar esto”, le gustó… y claro era blanquito y lindo.

AM- Porque Dylan es terrible apropiador también… Estos dos son discos muy bluseros, de blues viejo, blues de Chicago y del Delta. 

ST- Si, y pone que Elvis le abrió el camino a Martin Luther King, es decir, tiene una capacidad de asociación histórica sorprendente, que puede resultar hasta chocante pero es totalmente creíble si lo pensás, es una sucesión de hitos que no se si hubieran sucedido de la misma forma sin que todos estos agentes no hubiesen existido y no hubiesen hecho lo que hicieron. Y también en la canción esta hay otra cosa… Para una persona que no tiene la capacidad de poner las cosas en contexto -que es el verdadero virus que hay ahora, ¿no?- dice “me estoy enamorando de Calíope. Ella no pertenece a nadie. ¿Por qué no me la das a mi?” O sea no le está diciendo a Calíope “¿querés salir conmigo?” Se la está pidiendo a la madre. Pero bueno, en la época de las musas era así…

AM- Si, todo es políticamente incorrectísimo. Y justamente, yo creo que no hay nada más contrario a la época que este disco. Nada más contrario a lo que se supone que está de moda, es correcto, o lo que sea. Y justamente el tipo siempre fue el modelo más impresionante del siglo XX y XXI de individuo. 

ST- Bueno, es que yo creo que … toda esa… Cómo decir. ¿Viste cuando hablan de las entrevistas que le hacen a Dylan? Él en las entrevistas siempre se burló de la prensa, y siempre le decían “esto es tal cosa” -“No, es esto otro”. O le decían “ah, porque estás con el folk con la guitarrita acústica” “-Voy a hacer una banda de rock”. Te acordás aquello que decía siempre Nelly [Pacheco] de que, al cantar, a nadie le importa tu puta vida privada, ¿no? Vos lo que estás haciendo es otra cosa. Y en cierta medida lo que estaba haciendo el tipo es como diciendo “pa, se están dando cuenta de que yo tal vez pensé tal cosa. Voy a decirles que no, porque sino les estoy escupiendo el asado de lo importante, que son las canciones que hice”. 

AM- Sí… en un sentido es así… el arte es un objeto independiente… En un sentido es evidente que tiene razón. Lo de decir “ah, escribiste esa canción porque te dolía la barriga” es sin duda una estupidez. Ese tipo de conexión causal es una estupidez. Pero al mismo tiempo leer la obra de alguien sin contexto es una estupidez peor, porque esa es justamente la gracia…

ST- Lo biográfico tiene algo de contextual…

AM- Ese es el punto, claro, porque además ¿qué es lo biográfico? También es una narración, ¿no?. Sino es como si lo biográfico no fuera literatura… Es literatura, porque es algo que te estoy contando.

ST- Si, esa postura de Dylan…

AM- Yo creo que él nunca quiso que lo etiquetaran políticamente, que lo usaran políticamente.

ST- Claro. Pero además hay otra cosa… “Yo tengo una teoría”… (risas) que es que en cuanto te etiquetan, más allá de que vos no lo aceptes, dejás de ser, eso deja de ser, políticamente efectivo. 

AM-. Bueno, empieza a trabajar para el etiquetador.

ST- Claro. Y para todos los que piensan como el etiquetador…

AM- Si, ya entraste en una cosa que está predefinida.

ST_ Y no vas a convencer a nadie, porque los que piensan que el etiquetador es un comunista de mierda, o un facho de mierda

AM-. Claro, entraste en un envase, y ese envase ya está vendido. Los que lo compraron lo compraron, los que no lo compraron no…

ST- Y ojo, pensando en Dylan como un tipo a quien jamás veo como un ser apolítico

AM- No. Pero sí apartidario. 

ST- Claro. Por ejemplo una cosa… ponele, al comienzo de su carrera se lo etiqueta como artista político, The Times They’re Changing, Hard Rain… y cosas por el estilo. Está diciendo eso. Pero en un momento empieza a parar el carro y decir “no, no, no, esto no es así” Y hay entrevistas y cosas por el estilo. Sin embargo en la película esta Rolling Thunder Review, en determinado momento que el tipo ya había dicho “no me rompan las pelotas, no estoy hablando de política”, el tipo hace Hurricane, y es efectiva, porque el tipo había trabajado para salirse del artista política. Me acuerdo que Coriún [Aharonián] me habìa citado y hablando en algún momento, acerca de la canción política, me dijo que Viglietti había dicho alguna vez que la canción política podía ser una especie de catarsis y de lenitivo.

AM- Lo que pasa es que no hay más… Lo que creo que pasa con Dylan y con este último disco es que no hay más política. Porque para que haya política tiene que haber afirmaciones, y negaciones. Lo que ha pasado es que como se domesticó el lenguaje completamente, nadie puede decir nada, todo está ya dicho, empaqurtado y etiquetado, y parece no haber ninguna posibilidad de que alguien diga algo. Por ejemplo, en Hurricane el tipo está defendiendo a un negro, Rubin Carter, a un boxeador atacado por la justicia, de una manera falsa. Con lo cual podríamos decir que es una canción antirracista de Dylan. Pero el problema es que si ya lo reducís a “antirracismo” como se usa ahora, ya no es lo que hizo Dylan. Él no está hablando de categorías generales, está hablando de un tipo en particular.

ST . Claro, está hablando de un individuo en particular, de un caso específico. 

AM- De un caso. Eso no es lo mismo, sino casi es lo contrario. Eliminar todos los casos y hablar de abstracciones, que es lo que se hace ahora, y por eso no hay política ni dialéctica, yo creo, hay solo abstracciones. Las abstracciones deberían no ser parte de la política: es el modo como los políticos manipulan a la gente. Si defiendo el caso de Rubin Carter sé lo que estoy defendiendo, de qué estamos hablando, hasta dónde, como. Lo otro es agarrar y crear una especie de mitos positivos y mitos negativos, y suspender completamente el examen de lo que se está pasando realmente. Es decir hay corrupción, empresas que se están llevando la guita a pala, políticos que trabajan para intereses privados y no para los intereses de que los eligieron. De nada de eso se habla. Realmente no se habla. No está en juego. El mundo real tiene un inmenso condón que impide verlo, que impide tener contacto con él. Y justamente eso es lo contrario del mundo de Dylan. Yo creo que los discos de él son del mundo de Dylan. Y justamente, yo creo que son un acontecimiento en el sentido que no son de este mundo. Son una especie de cosa que llegó. De otra parte, de otra época, de otras posibilidades de mundo que ya no existen y probablemente no van a existir más.

En fin, me parece que los discos de Dylan, como todas las cosas verdaderamente artísticas, son tremendamente obstaculizantes del fluir.

ST- Sí, siempre plantea una aporía. El otro día vi un tipo que comentaba el disco, no sé qué, y decía “pero ¿Quién es Dylan? ¿cuál es el verdadero Dylan? exclamaba. Y yo pensaba, pero idiota, no te diste cuenta que estuvo jugando toda la vida a eso. Y lo consiguió.    

AM- Dylan tiene yo diría una especie de método compositivo, en las letras, ¿no? Bueno, es algo bastante común igual… Primero, hay una especie de historia borrosa. Es decir, hay como un centro compositivo que es como un imán, en donde hay una especie de tema que nunca sabés bien cuál es. Vago. Una historia que se está contando. Riman las canciones de él, al menos tienen un ritmo verbal muy claro, y eso le permite como siempre la rima permite conectar cosas porque suenan, y no porque tengan que ver. pero claro, al sonar tienen que ver, es aquello famoso de los dos ejes del lenguaje, bla bla. Él trabaja en los dos a la vez y los va mezclando y esa conexión de eje le permite hacer las letras. Y otra cosa que hace el loco es, como los poetas coloquiales del sesenta y cincuenta, como Nicanor Parra, usar los lugares comunes, refranes y frases hechas en el poema, y ¡clac!, meterlos adentro del poema, y entonces cambian de sentido, o cambian de plano. Por ejemplo cuando en My own version of you  mete “you know what I mean, you know exactly what I mean”, una frase hecha, de la cultura más común, pero en ese contexto no sabés para nada qué quiere decir, y se te pone a sonar como más amenazador, de un modo tremendo -especialmente con el “exactly”, que es como un intensificador, un énfasis…

ST- Yo creo que esa de las frases hechas es una buena manera de dar una primera lectura accesible

AM- Si, todo te suena como familiar ya en la primera lectura. Uno reconoce fraees que son comunes, citas slóganes, refranes, nombres propios, Pero claro, eso al menterlo en un contexto extraño hace un efecto de chisoporroteo que está bueno. Creo que en parte funciona en un registro surrealista.

ST- Algo que dicen los psicoanalistas, y que dice Zizek, que dice que el “contenido”, lo que vos estás escribiendo, y decís “mi mama fue al mercado a comprar frutillas”, es como el “mensaje”. Pero hay una idea de la forma que es como estéril, de lo que habla Borges…

AM- …si, en “La supersticiosa ética del lector”…

ST. Si, que hay como un formalismo boludo. Pero lo que plantea Zizek en no me acuerdo qué libro, que es que la forma, lo formal, es lo que te sale. O sea, la forma no como cuestión técnica sino como algo que irrumpe, que no es gobernable por tu voluntad y tu conciencia, que es lo que hace que la obra trascienda el “mensaje” de la primer lectura “literal”.

AM- Totalmente…

ST- No la forma en el sentido de la forma soneto, o la forma sonata… (risas)

AM- …o la forma sonaste… (risas)

ST- Claro, la forma sonaste. Pero sí a través de la forma porque son cosas que no se perciben conscientemente. Y Dylan tiene una gran habilidad para dejar que salgan esas cosas y que te peguen.

AM- Ta bien eso. Sí sí, eso es el gran genio del ser libre para ser instrumento, sonar. Aparte, bueno, esto es probablemente el lugar común número uno sobre Dylan, cuando se habla de él. Aunque no sé si es claro para todas las generaciones, el hecho de que realmente no había letras en el rock y el blues hasta él. El blues tenía momentos geniales… 

ST- Pero son lugares comunes…

AM- Si. Digamos todos los géneros de canción tienen su lírica, que es como un repertorio de lugares comunes que es lo que se sigue. Si cantás tango, hablás de estas cosas, y nada más. Son cinco o seis cosas. Y si cantás blues -que es la cosa más políticamente incorrecta, agresiva e inescuchable hoy para los snowflakes, o cornflakes, o como les quieras llamar… 

ST- “Hey Joe, donde vas con esa pistola…”

AM.- Si. O más bien “nena, me trajiste la comida fría y te cagué a palos”. Es más bien de ese tipo. O sea, “Sos mia y si te vas con aquel te voy a cortar en pedacitos”; posesión, celos, machistas al extremo.

ST- Sí. El primer hit de Jimmy Hendrix era un cover, “Hey Joe”, “Hey Joe,dije, a dónde vas con esa pistola / Oh. Voy a dispararle a mi mujer. / Sabés que la encontré jodiendo con otro hombre”. 

AM- O como se llama aquel Crow Jane, de Skip James. Es una canción divina, pero la letrita es impresentable…  “You know, I wanna buy me a pistol / Wants me forty rounds of ball / Shoot Crow Jane, just to see her fall”…

ST- Digamos… es impresentable desde el punto de vista de “mamá fue al mercado a comprar frutillas”.

AM- Claro, lo que pasa es que justamente uno de los pecados contemporáneos es haber olvidado la forma en el sentido que la estaba diciendo Zizek, o vos. Haber reducido todo a un repertorio de mensajes que son los que se pueden decir. 

ST- Si. A la primer lectura.

AM- Sí, sí. Que tiene que ver con esto de la policía del lenguaje, y la vigilancia terminológica. Ayer estaba en una entrevista hablando sobre twitter… ¿no? ¡Twitter es la cosa más increíblemente autoritaria que hubo en la historia de la humanidad!. En el sentido que ahí solo podés usar determinadas palabras y determinados significados. 

ST- ¿Hay palabras que no te las deja?…

AM- No no, te deja, pero si vos sos una persona que quiere “existir” en la sociedad, sólo podés repetir el repertorio. Sino, sos… como decir… sanitizado inmediatamente, y desaparecés. En algunos lugares perdés tu laburo, perdés… Porque ese lenguaje breve se vuelve formulístico. Eso está muy estudiado, la cultura oral tiene que repetir siempre lo mismo, porque sino las cosas se olvidan. Entonces cuando se llega a un consenso -de mierda- sobre algo, que es la forma políticamente correcta de decirlo, sólo se puede repetir eso. 

ST- Sí, para mi hay una cosa, y que aparece en estas canciones del tipo. Que yo creo que hay una especie de provocación. “Mirá lo que estoy diciendo. Te estoy diciendo algo, pero bueno, ponelo en el contexto y mirá más profundo, porque te lo estoy diciendo yo, Bob Dylan”. Que el otro día me llamó la atención, estábamos en un ensayo y haciendo una canción que decía algo de las cosas que no se pueden decir ahora, y el guitarrista me dice “claro, vos podés decir cualquier cosa”. “¡Y vos también!” le digo yo. Pero ojo, no se hasta qué punto puedo. Porque yo puedo decir cualquier cosa, pero hago conciertos para treinta personas.

AM- Claro, y hay una relación. Igual hay todo un mundo políticamente incorrecto que tiene millones de audiencia. 

ST- Si, el reggaeton, el trap…

AM- Pero eso para mi es un síntoma de que esta especie de policía del lenguaje y corrección política es un fenómeno estrecho, de clase media. Claro, en los medios donde eso tiene gran representación… en el NYT eso funciona 100%. Pero para un 80% de la gente que está afuera de la sociedad, y que le chupa un huevo todo eso, no funciona en absoluto. O sea, no la pueden disciplinar, hace lo que se le canta. 

ST- Por un lado tenemos las letras de trap.-reggaeton dentro del mundo latino, que son machistas

AM- Si, una experiencia animal del sexo. Un buen animal.

ST- Me dio la impresión de que es un género muy repetitivo porque es gente que la pasa más o menos lo mismo, que es el country.

AM. Sí, no se nada de eso. Es como familia rural, nena, celos… ¿no?

ST- Y como “no lo voy a hacer más, estaba borracho”. El country tiene como una especie de cosa como de la disculpa del perdedor -porque los rednecks vienen siendo perdedores desde hace mucho tiempo- de “perdoname porque sos lo único que tengo, no volverá a pasar”. Todo lo que dicen está “bien” desde el punto de vista de una pedida de perdón, porque quieren recuperar a su pareja. 

AM- Tiene algo medio adolescente todo eso, ¿No? Es algo en lo que Dylan jamás cayó, siendo que tiene algunas raíces folk el loco. Aunque creo que es distinto el country del folk. Pero eso que contás me suena a relaciones con una novia a los 15 años. No a los 25, a los 15.

ST- Sí sí, está perfecto, Es como una música para gente que tiene esos problemas. 

AM- Entiendo. Como que se quedaron un poco tratando de hacer funcionar el modelo de familia tradicional, que no les funcionó. Hay como una especie de continua frustración que lleva a cagarla, y después a arreglarla. 

AM- Yo creo que Dylan, otra cosa que tiene, es que siempre fue “el mismo”. No hay una evolución en Dylan, a lo sumo hay fases, pero siempre es un modelo de individuo…

ST- Si…

AM- Hay como una capacidad de afinar con el momento. Digo, porque todo el mundo dice lo contrario. es verdad que es mercurial, pero es no quiere decir que cambie en el fondo… Fue cristiano, hizo musica gospel, cancion de protesta, ahora hace blues, tuvo una época de crooner -algo como el Dylan tradicionalista, un Bing Crosby, Sinatra- siempre el mensaje es el mismo: soy yo. Y haga lo que haga soy el mismo yo.

ST- Si, yo en Love & Theft, que es el primero después de Time Out of Mind. Ahí introduce algo que no había usado mucho, más allá de algún cover en los conciertos, que es la canción tipo Bing Crosby, o Frank Sinatra, o cosas por el estilo. Un tipo de construcción de acordes, viste esa cosa del jazz, la progresión esa II-V-I… Esos juegos jazzísticos, no complicados, pero tampoco es blues de tres acordes. Me refiero a una canción como Bye and Bye

AM- Si, en Tempest está aquella Duquesne Whistle… 

ST- Si, es algo que no es blues, ni rock, ni country. Es como canción jazzística. No entra en el be-bop ni nada por el estilo. Por eso te digo, Bing Crosby, treintas. 

AM- Justamente el tipo pudo sobrevivir a todo, a fuerza de no haber sido nada. De no haberse identificado con nada. El identitarismo es lo contrario, la identificación. Identificarse con Dylan es no identificarse con nadie. 

ST- Hay otra canción del disco nuevo que está buena, I Crossed the Rubicon. Vi un comentario de alguien, bastante bobo… Bobo no, vi varias reseñas del disco. Vi varias reseñas. 

AM- Otro blues… Casi todos son blues. Hay alguna baladita. Hay alguna milonga dylaniana… Tipo Murder Most Foul es una milonga, ¿no? ¿Cómo es la conexión esa que decías vos… con Zitarrosa?

ST- Si, con “Guitarra Negra” (risas)

AM- Por fin los yanquis llegaron a Guitarra Negra. Oyendo la voz… Dylan tiene un temita con el tubo también, no? la nasalidad… ¿Estará con Covid? No se (risas…)

ST- El grupo de riesgo (risas). No, el término “cruzar el Rubicon”

AM- César

ST- Claro, César… alea jacta est

AM-Si. Traducido por un amigo como “ahora ya está”… (risas)

ST- ¡Es muy buena esa traducción! jaja! Yo tenía la idea de cruzar el Rubicón como un acto de valentía de Julio César. Era como que salías de Roma, “la suerte está echada”… Y el lado negativo que decía este crítico es que cuando César cruza el Rubicón se termina la república (supuestamente “buena”) y comienza el imperio (“malo”). 

Una cosa que usa mucho Dylan que yo creo que es como práctico mas que ideológico y que no tiene que ver con los discos de ese periodo cristiano, que son las citas bíblicas, porque los yanquis curten mucha iglesia, tienen una cultura bíblica que para nosotros es un exotismo, y ellos lo escuchan todos los domingos. Dylan usa todo…