Después de 75 años y a pesar de que el costo total en vidas humanas fue de unas 60.000.000 de personas, estos antisemitas se atreven a negar la existencia misma del holocausto, con sus 6.000.000 de víctimas. Por otra parte, no es el propósito de esta nota entrar en las motivaciones de esta estrategia asquerosa: sólo quiero mencionarla para compararla con la de lo que niegan, ciertamente por otros motivos menos bochornosos, la pandemia actual, que por suerte son una ínfima minoría en relación a los centenares de millones que sufrimos los efectos del virus.+

FERNANDO DE LUCCA / Lo que parece ser interesante es decir: no sé. Cuando uno dice “no sé” desde las tripas, algo interesante ocurre. Aparece una ruptura en la condición de “las cosas”. Esa ruptura es un vacío fértil donde ocurre lo que “ocurre” en los niños, Simple y sencillamente lo que aparece… +

FERNANDO DE LUCCA / Describir un fenómeno es algo sumamente difícil, pues sería no entrar en la tentación intelectual de expresar algo más acerca de lo que aparece ante mis ojos y oídos. Cuando uno hace esto, está interpretando, deduciendo algo en lugar de considerar el hecho en sí. +

ÓSCAR LARROCA / Hay un claro desplazamiento desde la “era de la información” hacia la “era de la reputación del famoso”, en la que la información, abandonada hoy por el sentido crítico del receptor, adquiere un nuevo valor —como secuela de ese abandono— si está comentada por un futbolista, un cocinero, una influencer de magro escote o un murguista. Desde este enfoque, la reputación (fomentada por los medios) se ha convertido en el cimiento central del razonamiento colectivo. Esto es responsabilidad de un igualitarismo mal entendido, y de ciudadanos inermes que creen que interpretar y pensar es una tarea inservible. +

ALMA BOLÓN / Así sucede como si, ante el silenciamiento de la milenaria discusión poética sobre el deseo, solo quedara el monólogo del deber ser de las cosas: monólogo del ventrílocuo en el que participan la barra de la corrección política y sus prescripciones y proscripciones eclesiástico-progresistas , y la barra lumpen, la que solo puede reaccionar a las prescripciones y las proscripciones ajenas, en permanente adaptación negativa al decir del ventrílocuo.
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FERNANDO DE LUCCA / La trama es inexistente en la dimensión material, es una realidad simbólica. La trama solo existe porque es la evidencia de que lo que existe, existe. Los espacios de la trama definen la ubicación de los hilos del telar. La conciencia no consigue en la mayoría de los casos abarcar y comprender la trama, el todo parece inabarcable por la conciencia y es así como la conciencia solo va a tomar contacto con algunos “trozos” de la realidad. El todo se convertirá en estos pocos fragmentos que mi ser considerará como existentes.+

MAURO BAPTISTA VEDIA / El taxista señala la enorme favela de la Rociña. Vemos el morro lleno de construcciones. Cientos de miles de personas viven allí.
“Tenemos esa mierda ahí. Esa mierda! (“tem essa porra ai”, en el idioma original) Habría que lanzar un misil. Un misil.”
Silencio.
“Un misil. Ahí si la cosa empezaría a funcionar. Ahí sí. Pero, los políticos…”+

ÓSCAR LARROCA / El científico estadounidense Nicholas Negroponte fue muy claro al exponer sus verdaderos anhelos: “Tenemos que cambiar la palabra educación por la palabra laptop”. Si leyéramos de forma literal el enunciado pontificio de dicho autor, podríamos considerar que la idea de sustituir el proceso civilizatorio de la especie humana por una herramienta (un lápiz o un teclado y un sistema programado) persigue fines poco confesables. +

VALENTÍN TRUJILLO / A más de medio siglo del debate teórico, en medio de un mundo que traspasó las fronteras y las distancias de la comunicación y la virtualidad, y en que el concepto de territorio se ha desnaturalizado, creo válida aún la pregunta por el arraigo, aunque la narrativa campestre esté al borde del desahucio.+

FERNANDO DE LUCCA / El control ya no es opcional. Puedo mentirle a Dios pero no puedo contradecir una cámara de video o mi voz grabada o mi punto de ubicación minuto a minuto. No se negocia con la evidencia irrefutable. Hoy somos juzgados por el cielo de manera más o menos benévola y por la tierra de forma infalible e insensible.+