* Estudio de revisión independiente de 325 autopsias conecta las muertes con las vacunas Covid-19 en el 73,9% de los casos

* En la mayoría de los casos el sistema cardiovascular fue el único sistema orgánico con lesiones mortales

* The Lancet había aceptado el pre-print del estudio en fase de revisión por pares, y lo eliminó en menos de 24 horas luego de más de 10.000 accesos

CONTRARRELATO

McCULLOUGH y otros

El estudio independiente (“Una revisión sistemática de los hallazgos en autopsias de fallecidos luego de vacunación Covid-19”) consideró 325 autopsias, luego de descartar duplicaciones, casos con información dudosa, etc. En el corpus final de casos, el tiempo medio transcurrido entre la inoculación y la muerte fue de 14,3 días. La mayoría de las muertes ocurrieron dentro de la semana de la última inyección. Un total de 240 muertes (73,9%) fueron adjudicadas de modo independiente como directamente causadas por, o con contribución significativa de, la vacuna Covid-19.
La mayoría de las plataformas de vacunas utilizadas están asociadas con la muerte, lo que sugiere que comparten una característica común que causa efectos adversos, que probablemente sea la proteína de espiga (SP)“, explican los autores.

Los resultados de este estudio son convergentes con otros trabajos publicados en los últimos dos años

“El gran número de muertes inducidas por la vacuna contra el COVID-19 evaluadas en esta revisión es consistente con múltiples artículos que informan de un exceso de mortalidad después de la vacunación. Pantazatos y Seligmann encontraron que la mortalidad por todas las causas aumentó de 0 a 5 semanas después de la inyección en la mayoría de los grupos de edad, lo que resultó en 146,000 a 187,000 muertes asociadas a la vacuna en los Estados Unidos entre febrero y agosto de 2021. Con hallazgos similares, Skidmore estimó que hasta diciembre de 2021, 278,000 personas podrían haber muerto a causa de la vacuna contra el COVID-19 en los Estados Unidos. Estos resultados preocupantes fueron corroborados por Aarstad y Kvitastein, quienes encontraron que, entre 31 países de Europa, una mayor cobertura de la vacuna contra el COVID-19 en 2021 se correlacionó positivamente con un aumento de la mortalidad por todas las causas en los primeros nueve meses de 2022 después de controlar explicaciones alternativas. Además, se ha detectado un exceso de mortalidad por causas no relacionadas con el COVID-19 en muchos países desde el inicio de los programas masivos de vacunación, lo que sugiere una exposición perjudicial común entre las poblaciones.
Pantazatos estimó que las muertes reportadas en VAERS están subestimadas por un factor de 20. Si aplicamos este factor de subestimación al recuento de muertes reportadas en VAERS hasta el 5 de mayo de 2023, que es de 35,324, el número de muertes solo en Estados Unidos sería de 706,480. Si se confirmara este número extrapolado de muertes, las vacunas contra el COVID-19 representarían el mayor fracaso médico en la historia humana.”

La revista The Lancet admitió inicialmente el artículo como preprint, estando en proceso de revisión por pares, el 5 de julio 2023. Ese mismo día accedieron más de 10.000 personas al mismo. Al cabo de algunas horas la revista lo retiró y publicó una breve explicación donde dice que lo hizo porque “las conclusiones del estudio no están respaldadas por la metodología del estudio“.

A continuación el texto completo del trabajo.

Mc_Cullough_y_cols_Una_revision_sistematica_de_los_hallazgos_de