POLÍTICA
Por Horacio Bernardo
Cuestionar la LUC (los 135 artículos específicos) es legítimo siempre y cuando se considere lo que la Ley efectivamente es. Esto podría realizarse, o bien criticando el texto de los artículos (lo que razonablemente expresan y habilitan), o bien criticando lo que han generado a partir de su entrada en vigor. Pero cuando los cuestionamientos se despegan de los hechos se abre el terreno ilegítimo de la especulación, la exageración, la falsedad o la tergiversación.
La crítica de la LUC de cara al referéndum del 27 de marzo opera principalmente en ese terreno, lo cual permite generar fácilmente todo tipo de críticas grandilocuentes y alarmantes. Mientras cuestionar lo que la Ley es obligaría a los críticos a ser rigurosos y prudentes sobre cada punto, cuestionar lo que la Ley no es, les permite emplear calificativos sin límites, pues para ello no es necesario contrastación ni prueba alguna. De ese modo, los 135 artículos podrán ir siendo tratados fácilmente como cuasi demoníacos o, más específicamente, como “nefastos”.
En este breve trabajo mostraré cuatro estrategias empleadas para poder afirmar que la LUC es nefasta hablando básicamente de lo que la LUC no es. Con estas estrategias cualquier individuo, teniendo unos pocos titulares sobre los temas, podrá producir fuertes críticas prácticamente sin leer los artículos ni considerar lo que han generado. Veamos de qué modos.
En términos teóricos existen, al menos, cuatro modos de referirse a cosas que no son hechos:
- ·referirse al futuro (lo que no es un hecho presente porque aún no ha sucedido)
- ·referirse a lo espiritual (lo que no es un hecho tangible porque no tiene materialidad)
- ·referirse a lo hipotético (lo que no es un hecho real, sino eventual)
- ·referirse a la percepción subjetiva (lo que no es un hecho contrastable, sino una sensación puramente interior)
Adecuadamente aplicados a la campaña, cada uno de estos modos teóricos de referirse a lo que no es, producirá una estrategia para afirmar que la LUC es algo nefasto sin apegarse a los hechos (ni a lo que la ley efectivamente dice, ni a los hechos que efectivamente generó).
Primera estrategia: Los hechos no muestran que la LUC es nefasta, pero será nefasta en el futuro
La estrategia consiste en pronosticar grandes efectos negativos a futuro a causa de la LUC, aun cuando los hechos no lo corroboren o demuestren efectos positivos. Pongamos por ejemplo el tema de la portabilidad numérica. En el folleto a favor del SÍ, titulado En defensa propia se afirma que la Ley va a “hacer más ricos a los dueños de MOVISTAR y CLARO” pues fomentará el pasaje de muchos usuarios de ANTEL a los prestadores privados.
El argumento subsiste aun cuando, en los hechos, ha pasado lo contrario. El ex senador Rafael Michelini afirmó que, desde la vigencia de la LUC, aproximadamente unas 1.500 personas pasaron desde los prestadores privados a ANTEL. Aun así, el actual jefe de campaña por el SÍ; Esteban Valenti, llegó a negar esa tendencia considerándola pasajera debido a la propaganda que estaba realizando ANTEL. Su conclusión fue que, de no ganar el SÍ, luego del 27 de marzo esa tendencia se revertiría. La LUC, en consecuencia, sería nefasta no por lo que es, sino por lo que supuestamente será a futuro.
Un argumento similar sucede en relación a temas de seguridad, vinculado al fomento del gatillo fácil. El senador Charles Carrera llegó a afirmar, ante un hecho puntual y no generalizable, que “La LUC es la ley del gatillo fácil” cuando los datos no muestran esa tendencia. Esto, sin embargo, no es obstáculo para crear otras explicaciones para conservar la idea de que la LUC será mala a futuro. En esta entrevista a Esteban Valenti afirmó lo siguiente:
PERIODISTA – Desde el oficialismo están usando frases que dijiste en La Tertulia (…) cuando señalaste, en referencia al capítulo de seguridad de la LUC, que “los muertos por gatillo fácil de la Policía no aparecen”.
VALENTI – Es cierto. ¿Por qué voy a mentir? No hace falta inventar cosas. […] Entonces, ¿por qué la Policía no hizo gatillo fácil cuando le abrieron la puerta? Porque cambió, y además tiene una tradición: nunca fue de gatillo fácil, entre otras cosas, porque son muy inteligentes: con los chorros empezás al gatillo fácil y ellos se ponen dos veces gatillo fácil.
Aun cuando no ha habido gatillo fácil, Valenti no desmiente que la LUC podrá habilitarlo a futuro. Solo se limita a decir que, si no se ha verificado aun, podría quedar abierta la puerta a que esto suceda si cambia la conducta de los policías.
Segunda estrategia: Los hechos no muestran que la LUC es nefasta, pero es nefasto su espíritu
La estrategia consiste en suponer una espiritualidad negativa en la LUC, aun cuando no se corresponda con su ejercicio efectivo. Metafísica política. En tal sentido, una frase de Esteban Valenti es significativa: “si gana el SÍ, se resolverá un gran problema, entre ellos, que no crezca el alma negativa de los 135 artículos…”
Esta “alma negativa” estaría presente de modo invisible y global, lo cual justifica plantear “una gran batalla cultural” para atacar lo que, si bien no se ve, “está por debajo”. En ese terreno de lo etéreo, los hechos son secundarios. Ya “no es simplemente lo que dice la Ley, sino los valores que están sostenidos en esos 135 artículos”. El alma negativa se la une a otro elemento invisible: la intencionalidad nefasta. Sin más argumentos, se afirma que los artículos de la LUC (por su intencionalidad) “en todos los casos, favorecen a los sectores de arriba contra los intereses de la mayoría. Son una visión de la sociedad”. También que “siempre están en defensa de los poderosos”
o que “recortan las libertades para defender el salario, las jubilaciones y los derechos laborales, le da todo el poder a los poderosos y amplía la represión”.
O incluso se le niega la pertenencia al país, afirmando que la LUC “no es Uruguay”
A esto se suma una intencionalidad negativa traída desde el pasado, encarnada por el fantasma del espíritu neoliberal. Por ejemplo, para criticar la portabilidad numérica no hace falta hablar de los artículos, sino afirmar que quienes defienden el NO, “como en 1992 perdieron el referéndum de manera aplastante y no pudieron vender ANTEL, ahora la hacen pedazos”
Una vez que se cuestiona el espíritu (la intencionalidad, el alma, la cultura que supuestamente esconde), los hechos dejan de ser el tema de fondo. En ese sentido, el Presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira afirmó que “el referéndum es por 135 artículos de la LUC, pero también porque hay que gobernar de determinada manera el Uruguay.”
La adjudicación de características nefastas basándose en lo espiritual no tiene límites. Una vez que se ha construido al demonio, cualquier calificativo le es válido. Lo que efectivamente diga la LUC, puede dejarse a un lado.
Tercera estrategia: Los hechos no muestran que la LUC es nefasta, pero es nefasta bajo alguna interpretación hipotética extrema
La estrategia consiste en interpretar la LUC, hallando algún modo que la convierta en nefasta. Un texto jurídico puede interpretarse de varias maneras, pero no de cualquiera si se lo desea respetar. Sin embargo, la creatividad humana no tiene límites. Así como en el arte, un cuadro podría significar hipotéticamente casi cualquier cosa para el espectador, así se desea interpretar el texto jurídico. El resultado de esa operación ilimitada es hacerle decir a la LUC lo que, en los hechos, no dice ni ha generado.
Un caso se encuentra en los artículos que abren la posibilidad del alquiler sin garantía. En los hechos, no ha habido un incremento de esa modalidad ni tampoco efectos negativos para los inquilinos. Pero, bajo ciertas hipótesis extremas, podría interpretarse que la ley introduce algo nefasto. En tal sentido, Rafael Michelini sostuvo que la LUC permitiría que los arrendadores tomaran la opción de alquiler sin garantía como preferencial y esto socavaría los derechos de los inquilinos generando un “desalojo express”. Se trata de una hipótesis forzada que supone una conducta psicológica radical en la mayoría de los arrendadores, lo cual no se ha dado.
Otro tanto sucede con los artículos sobre manejo de efectivo, de los cuales se interpreta que favorecen el lavado de activos. La LUC eleva el monto por el cual es posible transaccionar con efectivo. Pero de aquí es arriesgado inferir el incremento del lavado de activos, pues se fuerza la interpretación no solo de las consecuencias, sino del texto expreso de la Ley en lo que ésta habilita.
El mismo mecanismo opera en cuanto a los artículos de la educación pública. Se ha afirmado que eliminan la obligatoriedad, forzando la interpretación sobre la responsabilidad de los padres o tergiversando la forma de comprender la obligatoriedad para los niños de tres años. También se ha afirmado una y otra vez que la LUC “privatiza la educación pública”, basándose en una interpretación cuasi-absurda de los artículos de la Ley. Incluso el actual presidente del Frente Amplio (en ese entonces Presidente del PITCNT) Fernando Pereira, debió reconocer en entrevista televisiva con Ignacio Álvarez, que esto no era así. De todos modos, alegó una hipótesis de interpretación de los artículos que, indirectamente, abrirían ciertas posibilidades para los privados, lo cual podría interpretarse como privatización. “Ningún artículo plantea privatizar pero debilita lo público”, afirmó. Hipótesis que, dada su forzada lectura, acaban hablando de lo que la LUC no es. La LUC no privatiza la educación pública pero, ¿no podría encontrarse siempre una interpretación que sembrara la duda?
Con esta estrategia, se puede construir una máquina de críticas hipotéticas, porque no importa cuán errada sea la interpretación, siempre se puede jugar al ensayo y error, a crear otra y otra más. El universo de las hipótesis que se han despegado de los hechos entra en lo puramente virtual, en un infinito.
Cuarta estrategia: Los hechos no muestran que la LUC es nefasta, pero se siente como nefasta
Por último, una estrategia subsidiaria de las otras, pero no menor. Esta estrategia consiste en afirmar que lo nefasto de la LUC se funda en una sensación subjetiva nefasta, más allá de los hechos. En tal sentido, baste este ejemplo. En diálogo con Radio Monte Carlo (930 AM), Fernando Pereira aseguró que los modelos de seguridad “no se miden por estadísticas, sino por lo que la gente siente, y hoy la gente siente miedo porque la LUC no resolvió el problema”.
De este modo, lo subjetivo, la percepción, podría sustituir datos objetivos, estadísticas, y otros argumentos basados en los hechos. Lo que supuestamente le parece a la gente, sería el último reducto por el cual los hechos quedarían pulverizados y ninguneados.
Una nota final: En defensa de la racionalidad
En este análisis me he centrado en cuestionar las estrategias de SÍ y, en tal sentido, la crítica está situada. Aun así, hay una reflexión que excede el posicionamiento. Las estrategias señaladas más arriba revelan algo mucho más preocupante que una campaña cimentada con base en estrategias falaces: la crisis de la racionalidad. Flaco favor le hace a una democracia el hecho de tener que estar debatiendo, en lugar de argumentos, los modos en los que los argumentos se eluden y tergiversan estratégicamente. En una democracia los ciudadanos votan a sus representantes, no a sus publicistas.
Notas
1- Folleto a favor del SÍ “En defensa propia”
2- Emplearé el adjetivo como indicador de crítica fuerte)
3- Idem
4- Intervención en el programa “Esta boca es mía” del día 20.01.2022
7- Idem
10- Idem
11- Ibídem
12- Folleto “En defensa Propia” de la campaña por el SÍ
13- Idem
14- Slogan ideado por el publicista argentino Leandro Raposo
15- Folleto “En defensa Propia” de la campaña por el SÍ
17- Intervención en el programa “Esta boca es mía” del día 20.01.2022
18- Programa Santo y Seña de fecha 07.11.2021