Le escribo con relación a la nota de Francisco Faig, en el tercer número de eXtramuros.
Para empezar debo decir que me resulta difícil aceptar un texto con tantas expresiones agresivas, que desvirtúan los conceptos y las metas que su autor pretende alcanzar. Soy un simple observador extranjero enamorado del Uruguay y mi única ambición es tratar de colaborar con lo existente, ofreciendo sugerencias para mejorarlo. Pienso que tal agresividad destruye las intenciones de criticar, en este caso, algunos aspectos de la administración cultural por parte del Frente Amplio.
Para mí no existe duda de que, como en el resto del mundo, la administración cultural por parte de la izquierda siempre tendrá más adeptos que la misma por parte de la derecha. Es la constatación de un hecho con la cual no pretendo decir que la administración cultural de derecha sea inferior, sino que lo que aseguro sin temor a equivocarme es que, por distintos motivos, los intelectuales, los artistas, los pensadores, los administradores culturales son de izquierda por amplía mayoría.
Pienso que la nota que comento peca de dos serios errores. Por un lado, se basa en una dicotomía total entre derecha e izquierda que, según mi opinión, no tiene sentido. En segundo lugar y a pesar de criticar el uso abusivo de frases poco entendibles por parte de autores simpatizantes con el Frente Amplio, el texto de Faig sufre en numerosos casos del mismo mal. El texto es largo, verboso y frecuentemente sus argumentos no llegan al lector.

Jorge Helft, París